Vienen muy a cuento ahora, con la estrategia popular frente a lo de Bárcenas.
Principio de simplificación y del enemigo único.
Todos los enemigos son el mismo. La imagen que se tiene que crear es que todos actúan como un frente común (socialistas, comunistas, 15M, PAH, Anonymus... hasta el propio Bárcenas)
Principio del método de contagio.
Si se insiste en que el causante de todo es una persona, Rubalcaba, desde los atentados de Atocha hasta las reuniones en plazas del 15M y, por supuesto, el caso de Bárcenas y la financiación ilegal del PP, se puede argumentar que todas esas adversidades son simplemente prolongaciones las unas de las otras, originadas en el mismo enemigo común (Principio anterior)
Principio de la transposición.
La mejor defensa es un buen ataque, y más si se traspasa nuestra debilidad al contrario. De este principio forma parte la afirmación soltada contra la oposición de "están haciéndole el juego a un delincuente". El mensaje ampliado dice "Bárcenas no es de los míos, Bárcenas es un delincuente, ustedes están apoyando a este delincuentes (luego será de los suyos)" Parece demasiado facilón, pero realmente es el fondo del mensaje, aunque en este caso es muy complicado que cale, dado el contexto.
Principio de la exageración y desfiguración.
No les ha salido muy bien, porque este principio es difícil de llevar a cabo, pero pretender hacer creer que lo peor que puede pasarle a este país es que Anonymus haya publicado en internet las cuentas del PP, que días antes había puesto en prensa El Mundo es, aparte de estúpido, una enorme exageración para intentar desviar el debate.
Principio de la vulgarización.
Sobre esto no comento, que alguno me puede mirar mal. Simplemente lo transcribo, tal cual: Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar. Recomiendo leer 1984, de Orwell, y en este caso, ¿recordáis lo del despido en diferido con simulación de...? Menor esfuerzo mental es imposible
Principio de orquestación.
La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas. De aquí viene también la famosa frase: "Si una mentira se repite lo suficiente, acaba por convertirse en verdad".
Principio de renovación.
Este principio, que aplica habitualmente el PP, ha sido sustituido ahora por el de la Silenciación (ver más adelante). De todas formas, siguen practicándolo con este caso, aunque menos, y se enuncia así: Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
Principio de la verosimilitud.
Basándose en fragmentos reales de información, desde el PP se ha intentado desprestigiar a la verdad, y construir una verdad nueva: "Esa es mi declaración de la renta", "Son fotocopias", "Todo es falso,... salvo alguna cosa", "Hacen caso a un delincuente"... Todo con el objetivo de que pequeñas verdades, sin relación entre sí y que no suman una verdad diferente, menoscaben la credibilidad del tema.
Principio de la silenciación.
Está claro ¿no? Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.
Principio de la transfusión.
Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas. En este caso, su mejor argumento es achacar a "los políticos" en general las actividades ilícitas que se están denunciando del Partido Popular, aprovechando que no son precisamente un colectivo bien visto. De esta forma, si bien no evitan su empeoramiento, reparten responsabilidades a otros que no tienen nada que ver.
Principio de la unanimidad.
Llegar a convencer a mucha gente de que piensa "como todo el mundo", creando una falsa impresión de unanimidad. Muchos votantes del PP no se ven afectados por esto por aquello de que "yo lo haría si pudiera". Es decir, los políticos no son más que personas normales pero que "han podido"