Chiste de El Papus, de 1977, aunque se podría republicar hoy, perfectamente
En el fondo de toda crisis están los intereses que están.
En el fondo de toda crisis están los intereses que están.
Con la presencia de Alfonso Guerra, Rafael Simancas, Rafael Muñoz de Bustillo y el director de la revista Temas, José Félix Tezanos, se presentó ayer en el Círculo de Bellas Artes el número especial que esta publicación dedica, en forma de dosier, a estudiar la situación actual de las diferencias sociales en nuestro país. Se habla poco de ello, pero está en el origen de los conflictos que actualmente vive nuestro entorno. En la situación actual las distancias en España entre ricos y pobres aumentan de manera desbocada, lo que se percibe por la mayoría de la población como un agravio que no debería ser consentido por la "clase política". Sin embargo, esta dinámica no es la consecuencia del desarrollo normal de la situación económica, sino que es producto de decisones, regulaciones y medidas políticas que toman quienes gobiernan, no "la clase política" en su conjunto. De hecho, esta evolución de las diferencias sociales contrasta claramente con lo que sucedió en las dos épocas de gobiernos socialistas (82-95 y 2004-11), y son datos contrastados y comprobables.
Resulta imprescindible que insistamos en poner esta problemática, la de las desigualdades sociales, en el centro de la agenda política. Y nosotros, como personas de izquierdas, debemos recuperar la lucha contra las desigualdades como centro de nuestra acción política y objetivo directo.
Aconsejable para ello su lectura con tranquilidad y profundizando, que es de las que marcan doctrina.
Le duela a quien le duela el 28 de octubre de 1982 empezaron los años de mayor avance social, político y económico en nuestro país. Como dijo Alfonso Guerra, la España de 1995 era un país que no tenía nada que ver con la oscura y gris España de 1980, no la conocía "ni la madre que la parió". La Sanidad, una universidad moderna y al alcance de los hijos del obrero, el sistema de pensiones, la cobertura del paro,... Casi todos los beneficios del Estado del Bienestar que disfrutamos en nuestro país vienen de esa época. Ahora nos los están quitando, y no es el PSOE el que gobierna. De hecho casi no nos dejan ni defenderlos. Pedro, vecino de la casa de mis padres en Vicálvaro (el de Felisa) me dijo hace unos años, mucho antes de esto, que los jóvenes no se dan cuenta que los derechos y las garantías que tienen los pueden perder. Decía que piensan que la educación, la sanidad, los derechos, están ahí y lo único que pueden es ir a mejor, y que por eso no se preocupaban por la política. Bien, pues esto es lo que pasa cuando los ciudadanos no se preocupan por la política, que siempre habrá alguien que se sí se preocupe de recordarles qué es eso de la política.
No me gusta la palabra “funcionarios”, por las connotaciones negativas que tiene y porque aprovechando ese término se crean falsedades para desprestigiar los servicios públicos. Entre otras cosas, el término “funcionario” se refiere únicamente a una condición laboral, y es usado sobre todo por poder hacer trampas a la hora de compararnos con otros países. Se dice, por ejemplo, que en España hay más funcionarios que en el resto de la Unión Europea. Claro, médicos y profesores no son contabilizados como funcionarios en muchos, puesto que son “empleados públicos” que no tienen en todos rango de funcionarios. Si contabilizamos a los médicos, profesores y otros empleados públicos, resulta que sólo el 9,5% de los trabajadores españoles lo son, cuando en UE-15 la media es del 16%. Hay 6,5 empleados públicos por 100 habitantes en España, frente a 15 de media europea. España es el país que menos gasta en esos salarios, entre otras cosas por lo bajo de sus sueldos. Y las tasas de temporalidad y eventualidad entre los empleados públicos son similares o peores que las de la empresa privada. Son datos de 2010. ¿Falsedades de quienes aseguran que hay más funcionarios en España que en el resto de países? No, manejo ventajoso del término “funcionarios”.
También se dice que las autonomías han aumentado mucho el número de funcionarios. Otro uso engañoso del término. Se emplea esa palabra para simular que se trata de administrativos en una ventanilla, o de secretarios. La cifra de estos ha variado poco en los últimos años, porque a la transferencia de competencias se unió la transferencia de personal, como no podía ser de otra forma, y el número de “oficinistas” no ha cambiado tanto. Lo que sí aumentó, y mucho, fue la cantidad de centros educativos (colegios, institutos, universidades…) y centros sanitarios (hospitales, centros de salud…) Y muchos de los que allí trabajan son funcionarios. También hay más policías, guardias civiles, bomberos… que hace unos años. Y a mi juicio aún hacen falta más, deberían aumentarse esas plantillas, con el consiguiente aumento del número de funcionarios.
Aquellos que pensáis que hay demasiado, no os preocupéis. El año que viene disminuirá mucho el número de empleados públicos. Pero no porque hayan bajado en 4 ó 5 los administrativos o asistentes que trabajan en la Asamblea de Madrid, sino por la cantidad de profesores y personal sanitario que está perdiendo su puesto, y porque no se cubren las jubilaciones. Este es el objetivo real de los que dicen con trampa “funcionarios”, en lugar de “empleados públicos”.
Recientemente he tenido necesidad de acudir a trámites administrativos a la Seguridad Social. Aparte de que la atención es muy buena, con trabajadores bastante preparados, la espera en las diversas gestiones no fue mayor de media hora. Había muchas personas esperando ser atendidas, pero también muchos funcionarios para atender. Igual en Tráfico o en otros centros oficiales. Es lógico que, si queremos rapidez y buena atención, hacen falta más oficinas y más trabajadores “a nuestro servicio” que los que había hace 20 años, cuando las colas interminables y esperas de horas eran lo habitual.
En un colectivo tan amplio, sería inocente pensar que no hay malos trabajadores, que desprestigian mucho al colectivo. Personalmente me sonroja que no asuman la responsabilidad que tienen, gobierne quien gobierne, de puesta en valor de los servicios públicos y de su utilidad. Pero son minoría.
A estas alturas todo el mundo sabe ya que Barak Obama repetirá como presidente de los Estados Unidos de América. En España, en Europa en general, la alegría es casi completa y se puede decir que nadie, o casi nadie, ha lamentado este resultado. En esta ocasión ni siquiera los dirigentes del Partido Popular han mostrado apoyo alguno al candidato republicano, Romney. Es más, el propio Presidente español, Rajoy, fue explícito en comentar que prefería la victoria de Obama, e incluso se apresuran a hacer evidente su alegría por la victoria Demócrata.Es lógico si pensamos que ahora desde EEUU se va a realizar una fuerte presión sobre Europa para modificar las políticas económicas y forzar un apoyo al crecimiento en lugar del asfixiante control de la deuda que se viene haciendo hasta ahora. Frases del Presidente americano como "No podemos permitir que España se derrumbe", que no parecen muy del gusto de Merkel, dan un margen de confianza a un nuevo estado en nuestra posición mundial.
Lo incoherente de esta situación es que el PP es precisamente uno de los ejemplos más evidentes de esa política económica liderada por Merkel y que tiene su contrapunto europeo en el Presidente francés, Hollande, que ha demostrado que es posible no sobrecargar más las cuentas de la ya maltrecha clase media, y a la vez intentar hacer crecer la economía del país. Incluso las encuestas afirmaban que entre los votantes del PP, más del 60% votarían a Obama, lo que no hace sino reafirmar esa falta de coherencia con las políticas económicas españolas de ajuste, ajuste y más ajuste, a costa de los servicios públicos. Justo lo contrario de lo que propone Estados Unidos ahora, que resulta mucho más similar a lo propuesto por el PSOE tanto en campaña electoral como durante los años de gobierno de Zapatero. También resulta extraño que hubiera tanto interés en nuestros ciudadanos por las elecciones en aquel país, mientras que se ha visto tan recientemente un desapego absoluto a las propias, las españolas, que, indudablemente, influyen mucho más directamente en nuestras vidas. En fin, cosas que pasan.
Mientras todo el mundo reacciona contra los causantes de esta grave crisis, parece que en Madrid se siguen buscando las bondades del neoliberalismo extremo y del capitalismo radical.
Como curiosidad, para los que se quejan del sistema electoral español y su poca proporcionalidad, el aplastante triunfo de Obama, por 332 delegados frente a 206 de Romney, refleja realmente una diferencia de 60.019.329 votos demócratas frente a 57.342.952 votos republicanos. Una diferencia mínima en número absoluto, pero impactante en delegados conseguidos. Los resultados son de ahora mismo, es posible que cambien ligeramente ya que no está completo el recuento, porque el sistema electoral y de contaje de los Estados Unidos es también muy primitivo y complicado, pese a su desarrollo democrático y tecnológico, para los que se quejan del nuestro.
Circula por la red este mensaje, y me parece oportuno repetirlo.
Es alucinante, pero lo que se les ha ocurrido este mismo año, 2012, a los chicos del PP, con la situación económica que tenemos, es que las pérdidas que se tengan en los casinos puedan desgravar en el IRPF, y además los casinos no pagarán IBI, como la iglesia (es cuestión de fe en ambos casos). Es decir que apuesto y, si pierdo, al menos me desgravo. En cualquier caso, lo que decía en mi post anterior ¿puede asegurar Rajoy que esta desgravación va a estar en vigor cuando Eurovegas empezase a funcionar, si empieza? Creo que retirar esta subvención a los jugadores de casino no iba a tener ningún coste electoral (que es lo que es, una subvención a los apostantes)
Ya hace bastante que se afirmó que se iba a hacer en Madrid. Poco después dimitió Esperanza Aguirre y todavía a fecha de hoy no se sabe nada ni de dónde ni cuándo comenzarán las obras y, sobre todo, no hay atisbo de los importantes cambios legislativos (en mi opinión imposibles) que se tienen que abordar para que el empresario americano decida empezarlas. ¿Tendrán relación todos estos temas entre sí? Lo han publicado muchos medios, pero lo detalla muy claramente El Aguijón (diario ultraliberal con el que pocos podrán decir que tengo niguna relación)
Y es que, con independencia de la fantasmada de los 200.000 puestos de trabajo que se van a crear, que es una cifra sin ningún fundamento ni lógica -y que deben haber dicho esto por no decir 3 millones de empleos-, lo de Eurovegas es imposible, y por varias causas.
Lo primero de todo es que Adelson, el empresario que ha donado ¡¡70 millones de dólares a la campaña del conservador americano Romney!!, lo que dijo es que sólo aportará el 25% de la inversión necesaria, y el 75% restante lo tendrán que poner la Comunidad de Madrid o el Gobierno de España. No sé de dónde lo van a sacar, porque no están las arcas públicas para tanta alegría. Además resulta complicado explicar que los recortes en sanidad, educación y servicios sociales se van a destinar a pagarle los casinos y los prostíbulos a Adelson.
Tampoco es posible liberar una zona de nuestro país de cumplir la legislación española. Pide que en sus centros no tenga vigencia nuestra legislación laboral, la fiscal, la relativa a blanqueo de dinero, ni la de prostitución (en España no hay de ese tipo, se referirá, supongo, a la de trata de blancas) Hasta que se prohiba por ley a los trabajadores que puedan pertenecer a un sindicato. Es imposible en nuestro país hacer que en determinados sitios las leyes no se puedan aplicar, o que una empresa concreta no tenga que someterse a la ley (y más tratándose de leyes de ese tipo). Cualquier tribunal echaría para atrás estas excepciones legales, que no podrían ni por asomo pasar el tribunal constitucional o el supremo. Como no declarasen Eurovegas República Independiente, no hay sitio legal para su exclusión del sistema legislativo español. Ahí Adelson creo que piensa que está tratando con una república bananera, que puede hacer y deshacer a gusto de sus mandatarios, con o sin lógica.
La Ley del tabaco es un problema menor. Aunque con la estrategia de que se mire el dedo en lugar de la luna (tan hábil para eso la derecha como ahora con la cuestión catalana), parece que es lo más importante. La Ley del Tabaco cuenta con el apoyo del 80% de los ciudadanos, incluyendo a más de un 65% de los fumadores, según todas las encuestas, lo que hace que una modificación no sea seguramente algo rentable electoralmente. Aparte de que las legislaciones de todo el mundo avanzan en el sentido restrictivo, no es lógico que la nuestra fuera al contrario. Pero aún así, se podría crear la excepción para determinado tipo de locales (casinos o locales de apuestas), y con eso se podría encajar. El problema es que la ley del tabaco es una transposición de una legislación europea que en unos años será obligatorio cumplir, luego entraría en vigor la restricción total enseguida. O sea que le pueden garantizar inmunidad antitabaco mientras duren las obras, más o menos.
Por último, y seguramente lo más importante, nadie puede garantizar que las modificaciones legales, fiscales, laborales y territoriales que pueda establecer el Gobierno vayan a perdurar más allá de un tiempo. En España hay elecciones cada 4 años, quedan 3 para las próximas, y se puede producir un cambio de Gobierno incluso antes de que esté completado el proyecto, antes de que los casinos estén en funcionamiento. Doy por hecho que Adelson lo sabe, con lo que no sé a qué está jugando (salvo que lo que pretenda sea coger las subvenciones y luego largarse diciendo que es que no le dejan explotar a los trabajadores y montar un prostíbulo y locales de blanqueo de dinero) Como mucho podría comprometerse que mientras gobierne el PP con mayoría absoluta se mantendrán las excepciones, pero incluso ganando el mismo partido, una variación en la cabeza puede dar al traste con algunas de las variaciones legales a medida que se hayan hecho. No estamos en una dictadura, por lo que un cambio en el Gobierno puede producir una reversión de la ley, sobre todo si se trata de algo tan obvio como que se respete el derecho a sindicación, o la igualdad ante la ley, o que no se pueda blanquear dinero procedente del narcotráfico o el tráfico de armas.
Todos conocemos a Esperanza Aguirre (y a pesar de ello, algunos hasta la siguen votando). Sin comentarios.
La Asociación de Consumidores FACUA ha criticado duramente la política de recortes del Gobierno de Rajoy, y, sobre todo, la afectación que se está produciendo en los consumidores, como la subida tan importante de la gasolina o de los transportes públicos, la pérdida de derechos de los inquilinos de pisos de alquiler, la subida del IVA, el deterioro de la Sanidad y la Educación consecuencia de los recortes, los abusos de las compañías Low-Cost, la imposibilidad de reutilizar los libros de texto...
La reacción del Partido Popular ha sido inmediata y, sin cortarse un pelo, amenazan a FACUA con ilegalizarlos si no retiran esas críticas. Vergonzoso ataque desde el Gobierno a la libertad de expresión. Esta misma asociación había tenido anteriormente posturas y manifiestos muy críticos con otras políticas del anterior gobierno, el de Zapatero (por el "tarifazo eléctrico", por la política de alquileres, por la energía renovable...) Sin embargo, entonces no dijo nada el Partido Popular, que apoyaba esa "libertad de expresión". Está clara, como siempre, la doble vara de medir de la derecha de este país, su Ley del Embudo.
Da tu apoyo a FACUA, firmando en su "Campaña por la Libertad de Expresión"
En paralelo, apelando a la libertad de expresión, algunos medios afines al Partido Popular dicen barbaridades frecuentemente y crean bulos sin control ni medida aunque cualquier análisis medianamente serio de la verdad los dejaría, ni siquiera como mentiras, sino simplemente como verdaderas estupideces. Frente a los insultos y las estulticias de la TDT Party, el Partido Popular no admite ni la crítica más límpia, desde una organización que ya criticó al PSOE en su día (aclaración que debería sobrar, no hace falta ser neutral, las críticas podrían venir de personas ligadas al PSOE, y no por ello dejarían de ser aceptables y deberían ser admitidas y respetadas en democracia)
Ya sabemos que el PP no cree en el movimiento asociativo más que como un elemento que, si se controla, ayuda a alcanzar o mantener el poder. Pero nunca hasta ahora los había visto tan desmadrados y con tanto descaro. Dan miedo.
Pero vamos, por este blog ya conozco cómo se las gastan algunos individuos de esa derecha incivilizada. La violencia verbal que muestran deja claro que, si pudieran...
Estas chicas han sido condenadas a dos años de cárcel, nada menos, simplemente por realizar un acto que sin duda es ofensivo, debe ser condenado y sancionado, pero que ni mucho menos supone un delito de esa gravedad. Una simple cuestión de ofensas, sin uso de violencia y sin provocar daños a personas ni propiedades. Simplemente ofensas. Si no hubiese mediado un gobierno cuasi dictatorial por medio consideraríamos esto poco más que una gamberrada. En realidad, en este caso lo que importa es la oposición que mostraban a Putin, y supongo que eso es lo que ha influido más en la condena. Si pensamos que todo es lo mismo, que lo que importa es alguien que gestione lo público bien, dando igual quien sea, al final tendremos a éstos que, aunque realmente son malos gestores, se venden muy bien. Cambiamos ideas y propuestas por buenos comerciales.
El Gobierno del PP no tolera la crítica, y está presionando a Antena 3 Televisión para que modifique la línea editorial de La Sexta (cadena con la que está fusionada)
Un buen ejemplo de respeto a la libertad de expresión, pero sólo para áquellos que opinan como yo. Después del escándalo de las cadenas de TDT, en las cuales las autonomías gobernadas por el PP dieron parte nada más que a empresas afines, convirtiendo la televisión digital en una verdadera TDT Party, al estilo de los más duros neocon estadounidenses, donde tienen cabida únicamente las posiciones derechistas más extremas; con las cadenas públicas autonómicas totalmente supeditadas a los gobiernos del PP, en algunos casos, como Telemadrid o Canal 9 de Valencia con una desfachatez exagerada que roza lo insultante (hasta los propios votantes del PP reconocen que la información en esas cadenas es excesivamente sesgada), y con el desembarco de extremistas procedentes de intereconomía, Telemadrid y Canal nou en la TVE, eso sí, totalmente entregados a la causa pepera, y echando a los profesionales imparciales que la dirigían hasta ahora, tras cargarse de un plumazo por Real Decreto la Ley que obligaba a que el director de RTVE fuera fruto de un acuerdo parlamentario entre PP y PSOE (es decir, que tenía que ser alguien más o menos imparcial y con cierto respeto y reconocimiento por parte de todos); ahora van otra vez a por Wyoming.
Hay que añadir que la ley que forzaba el consenso para elegir al Presidente de RTVE la promulgó Zapatero, y supuso el fin de la época en que el gobierno nombraba directamente al presidente de RTVE. Con ello se nombró a Luis Fernández, persona con la que estaban de acuerdo todos los grupos políticos, y que contó, necesariamente, con el apoyo del PP. Pero claro, eso sólo duró mientras que gobernaban los socialistas y mostraban su buena voluntad de llegar a acuerdos. Ahora que gobierna el PP, vuelven a sacar su lado más oscuro y volvemos a las épocas en que al Presidente de RTVE le nombra directamente el gobierno, para que los medios públicos vuelvan a estar al servicio de los populares. Hasta El Mundo criticó este cambio.
Ana Pastor, por ejemplo, se mostraba igual de crítica con los entrevistados de cualquier color, y también bastante agresiva (como periodista, se entiende). Sin embargo, para el PP, todo lo que no sea adularles y bailarles el agua no es válido y se considera parcial. Si un periodista no está convencido de que la culpa (la culpa de lo que sea, hasta de que llueva, o de que no llueva) es de Zapatero, de Felipe González o de los Sindicatos, y que la salvación de España pasa por el PP, y además lo repite continuamente, esté hablando de lo que esté hablando, pues es que es un vendido y hay que echarle y, si es posible, arruinarle la vida. En fin, volvemos a las televisiones del No-Do.
En fin, Wyoming ya tiene experiencia en esto, puesto que justo cuando entró Aznar al gobierno, su programa CQC, que llevaba varios años en parrilla, fue retirado de manera sospechosamente repentina.
La siguiente frase la he sacado de la página web del PP de Madrid (no sé cuánto durará: hasta que se den cuenta, supongo)
Mariano Rajoy y Esperanza Aguirre han participan en un gran mitin en Leganés donde además ha comenzado la la campaña “No más IVA”, promovida por el Partido Popular de Madrid en contra de la subida del IVA puesta en marcha por el gobierno.
Las fotos son reales, muestran las reacciones de las mandatarias ante la decisión de tomar medidas duras. Una decisión que, para nuestra vicepresidenta parece que no es tan difícil de tomar. Rajoy, por su parte, reconoce que las medidas tomadas no sirven para salir de la crisis, que no producirán empleo ni mejorarán la economía, sino que únicamente suponen un cambio de modelo para el país. Su intención es (lo era ya antes de llegar al poder) cambiar el sistema de redistribución de renta via impuestos (lo que llamamos Estado del Bienestar), a la europea, que tenía España, por un sistema de "pagáselo usted mismo", a la americana. Están tirando abajo toda una serie de beneficios sociales que se fijaron en la constitución y que nos han dado una de las mejores sanidades del mundo, y una educación de gran calidad, universales y gratuitas. No les gustaron en su día y, en este momento, aprovechando la cobertura de la crisis, ponen todos sus esfuerzos en derribarlos.
Su falta de actividad, no "dar la cara" y dejar pasar el tiempo a ver si los problemas se arreglan solos le ha podido servir para mantener el tipo y no ser descabalgado como Presidente del PP, pero obviamente no son las estrategias más adecuadas para un presidente del Gobierno, y más en la situación en que nos encontramos. Hablamos de Le Mond, Finalcial Times, Wall Street Journal y The Economist, o sea, lo más granado de la presna internacional.
Mientras, Rajoy sigue escondido y manda a Soraya a arreglar los asuntos internacionales, no interviene en el conflicto de Gibraltar, y solo ha dado una rueda de prensa y por sorpresa en todo el tiempo que ha pasado desde las elecciones (20 de noviembre, ya han sucedido cosas como para que diera la cara), y para colmo la dio desde la sede de su partido. Todo un ejemplo de la estrategia del avestruz.
Convocada por sorpresa y a última hora, Rajoy ha dado una rueda de prensa, por primera vez desde que es Presidente. Con todo lo que ha pasado, no ha considerado hasta hoy necesario dar explicaciones a los españoles sobre la actuación del Gobierno. Si tenemos en cuenta que hace unas semanas Rajoy escapó del Senado por el garaje y a escondidas para no ver a los medios de comunicación, y que desde el Partido Popular llevaban meses antes de la campaña haciendo comparecencias sin aceptar preguntas de los periodistas, no sé de qué nos extramos. La verdad es que, a pesar del tiempo que ha tenido para preparar esta primera comparecencia, nada menos que cinco meses, ha aportado poco y no ha dicho nada que no supiéramos, redondeando al afirmar que no sabe cómo se aportarán los fondos a Bankia, ni de dónde, ni en concepto de qué. Os dejo aquí un resumen hecho por la prensa y por un medio que no es precisamente contrario al PP, para que no se me acuse de parcial. No contento con eso, ha dejado claro que no es el presidente de todos, al dar la rueda de prensa como presidente de gobierno, pero no desde el Congreso o desde Moncloa, sino desde la sede del PP, para que se note que tiene claro lo que tiene que hacer y que aquellos que no opinamos como él no nos hagamos ilusiones.
Señor Rajoy, desde la sede del PP tiene que hablar de su partido y de cuestiones partidistas, como presidente de todos los españoles, que debería serlo, debería hablar desde un sitio institucional. Parece mentira que todavía no sepa distinguirlo (¿aprenderá alguna vez a diferenciar lo partidista de lo institucional?)
Rajoy llegó al Gobierno prometiendo que iba a sacar a España de la crisis y a crear empleo, con un Plan a 4 años muy serio y riguroso que ya tenía preparado:
“En cuanto haya un Gobierno del que la gente diga: me puedo fiar, comenzará la inversión y la recuperación” –dijo-.
Pero lo que ha pasado en sus primeros 4 meses de Gobierno, es que hemos entrado en recesión. La prima de riesgo ha llegado a superar en 70 puntos a la italiana y ha superado los 500 puntos. Y la confianza de los consumidores ha caído 13 puntos.
Lo que anuncia ahora Rajoy es que estaremos en recesión en 2012 (- 1,7%). Y que 2013 no será mucho mejor.
La herencia recibida es que España acabó 2011 creciendo al 0,7%
Dijo que tenía las claves para crear empleo -aunque "las he escrito aquí pero ahora no entiendo mi letra-.
Lo que nos ha anunciado Rajoy es que, en su primer año de Gobierno, habrá 630.000 parados más.
No se iban a subir los impuestos
Y ha hecho una de las mayores subidas de impuestos de toda la democracia, cargándola sobre todo en las rentas del trabajo y en las clases medias trabajadoras por medio de una brutal subida del Impuesto sobre la Renta.
Tampoco se iba a abaratar el despido, en todo caso, dijo, "aclarar las causas de despido objetivo"
Y ha hecho que sea totalmente GRATIS, durante el primer año, con su Reforma Laboral. En el resto de casos se abarata de manera considerable y además deja el peso de la prueba en el propio trabajador, que tendrá que demostrar que las faltas que le pueda achacar el empresario no son ciertas, y no al revés. Una Reforma que quita derechos a los trabajadores y da todo el poder a los empresarios.
Por necesidad, seguro que la mayoría de españoles habría aceptado que algo había que hacer, y que es imprescindible tomar decisiones de cara a cambiar la tendencia de aumento de paro tan expectacular como el que nos está suponiendo esta crisis. Sin embargo, las reformas estructurales que se están llevando a cabo sobre sanidad, educación y servicios sociales no van a contribuir para nada a la creación de empleo, más bien al revés, supondrán un aumento del paro al acabar con miles de trabajos eventuales de muchos trabajadores de estas áreas cuyos contratos, simplemente, no serán renovados. La mayoría de las reformas no son económicas, sino estructurales. No se trata de ahorrar, porque no ahorrarán, sino de cambiar el modelo asistencial en nuestro país. A ello se une la confesión ya de algún dirigente popular (nada menos que portavoz de Sanidad en el Senado) que declara que, pasadas las elecciones, ya es hora de dejar de decir mentiras y contar la verdad sobre sus intenciones. Al menos es sincero el hombre.
La reforma laboral que prioriza el despido no va a suponer en absoluto tampoco un acicate para la contratación. Lo más que puede ocurrir es que se sustituya en algunas empresas el trabajo antiguo, estable y bien pagado, por trabajos precarios, nuevos y eventuales, dadas las facilidades que da al empresario para echar a sus empleados. No soluciona el problema de que en España cuando las cosas van mal las empresas recurren a despedir trabajadores. Más bien lo agrava.
Ciertos beneficios cualquier podría haber admitido que se hubieran disminuido o modulado durante esta época. Pero las transformaciones que han sufrido nuestros servicios públicos y el trabajo van más allá y suponen una nueva forma de relaciones laborales y de prestación de servicios por parte de las Administraciones. No se trata de modificaciones puntuales o pequeños cambios, sino de una auténtica contrareforma que altera de forma completa el pacto que se estableció después de la muerte de Franco. Y la excusa, como siempre, la crisis. Aunque la mayoría de las medidas no tendrán ningún impacto económico ni inmediato ni a medio plazo.
A pesar de que dijo que "Si Gobierno, no me voy a quejar de la herencia recibida", está claro que no hace otra cosa más que achacar a los anteriores todos los males que la sociedad española sufre. Seguramente es porque directamente no está gobernando, que fue la condición que puso para no quejarse de la herencia.
Añadir encima la cobardía del Presidente del Gobierno, Rajoy, que no da la cara ante los medios ni tampoco admite ni responde preguntas en las escasísimas ruedas de prensa que aún consiente. Dónde estará aquella otra frase que dijo de "voy a dar la cara y no me esconderé"
En este artículo hablo sobre las repercusiones de la reforma laboral sobre el trabajo, o, mejor, sobre los trabajadores (entre los que me incluyo)
Se trata de apoyar la huelga general del 29 de marzo con un simple gesto. Todos aquellos que no estéis de acuerdo con la Reforma Laboral, podéis contribuir a la protesta:
¡No gastes ni un solo céntimo el día 29!
Muchos trabajadores pararán en sus empresas, pero otros no podrán hacerlo porque sus jefes se lo impiden. No contribuyas a ese abuso y refuerza el efecto de la Huelga General.
CONSUMO CERO EL 29