Libertad de expresión (para quien les parece bien, claro)
El Gobierno del PP no tolera la crítica, y está presionando a Antena 3 Televisión para que modifique la línea editorial de La Sexta (cadena con la que está fusionada)
Un buen ejemplo de respeto a la libertad de expresión, pero sólo para áquellos que opinan como yo. Después del escándalo de las cadenas de TDT, en las cuales las autonomías gobernadas por el PP dieron parte nada más que a empresas afines, convirtiendo la televisión digital en una verdadera TDT Party, al estilo de los más duros neocon estadounidenses, donde tienen cabida únicamente las posiciones derechistas más extremas; con las cadenas públicas autonómicas totalmente supeditadas a los gobiernos del PP, en algunos casos, como Telemadrid o Canal 9 de Valencia con una desfachatez exagerada que roza lo insultante (hasta los propios votantes del PP reconocen que la información en esas cadenas es excesivamente sesgada), y con el desembarco de extremistas procedentes de intereconomía, Telemadrid y Canal nou en la TVE, eso sí, totalmente entregados a la causa pepera, y echando a los profesionales imparciales que la dirigían hasta ahora, tras cargarse de un plumazo por Real Decreto la Ley que obligaba a que el director de RTVE fuera fruto de un acuerdo parlamentario entre PP y PSOE (es decir, que tenía que ser alguien más o menos imparcial y con cierto respeto y reconocimiento por parte de todos); ahora van otra vez a por Wyoming.
Hay que añadir que la ley que forzaba el consenso para elegir al Presidente de RTVE la promulgó Zapatero, y supuso el fin de la época en que el gobierno nombraba directamente al presidente de RTVE. Con ello se nombró a Luis Fernández, persona con la que estaban de acuerdo todos los grupos políticos, y que contó, necesariamente, con el apoyo del PP. Pero claro, eso sólo duró mientras que gobernaban los socialistas y mostraban su buena voluntad de llegar a acuerdos. Ahora que gobierna el PP, vuelven a sacar su lado más oscuro y volvemos a las épocas en que al Presidente de RTVE le nombra directamente el gobierno, para que los medios públicos vuelvan a estar al servicio de los populares. Hasta El Mundo criticó este cambio.
Ana Pastor, por ejemplo, se mostraba igual de crítica con los entrevistados de cualquier color, y también bastante agresiva (como periodista, se entiende). Sin embargo, para el PP, todo lo que no sea adularles y bailarles el agua no es válido y se considera parcial. Si un periodista no está convencido de que la culpa (la culpa de lo que sea, hasta de que llueva, o de que no llueva) es de Zapatero, de Felipe González o de los Sindicatos, y que la salvación de España pasa por el PP, y además lo repite continuamente, esté hablando de lo que esté hablando, pues es que es un vendido y hay que echarle y, si es posible, arruinarle la vida. En fin, volvemos a las televisiones del No-Do.
En fin, Wyoming ya tiene experiencia en esto, puesto que justo cuando entró Aznar al gobierno, su programa CQC, que llevaba varios años en parrilla, fue retirado de manera sospechosamente repentina.
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