Aunque es lógico y de cajón, parece que la creencia generalizada es la contraria. De hecho tienen que seguir publicándose estudios que lo demuestren. ¿Es que no se da cuenta la gente que la mayoría de los que vinieron a España son gente joven y sana, y por tanto con menor necesidad de atención médica? Como es lógico, sólo los jóvenes sanos y con gran capacidad de trabajo emigran, con la intención de ganar dinero. Los enfermos no realizan esos desplazamientos tan grandes y en condiciones tan precarias, simplemente porque no pueden. Los inmigrantes, en general, contribuyen más de lo que reciben de nuestro "estado del bienestar", y hay multitud de estudios que lo demuestran. El último se ha llevado a cabo en los centros de salud de la zona sur de Madrid, durante tres años, y que agrupa a unas observaciones equivalentes a 2.500.000 de pacientes/año, y se ha presentado en el 31º Congreso de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), que estos días se celebra en Zaragoza.
Este informe indica también que la población inmigrante sufre menos patologías psicosociales, aunque, en muchas ocasiones, detrás de un dolor abdominal o una cefalea puede existir un trastorno adaptativo.
Por otro lado, el 88 por ciento de los inmigrantes desconoce que existe un teléfono de emergencias sanitarias, y sólo un 16 por ciento sabe que su centro de salud cuenta con este servicio, por lo que siempre acuden al hospital en caso de urgencias.
El técnico de Salud Pública de la Unidad Docente Multiprofesional de Atención Familiar y Comunitaria Centro de Madrid, Ángel Alberquilla, ha afirmado que "parece que hay una creencia generalizada de que la población inmigrante sobreutiliza los servicios sanitarios y genera una sobrecarga asistencial y no es así".
En el congreso, se presentarán sólo parte de los resultados, de una muestra de medio millón de pacientes, de los que el 20 por ciento son inmigrantes. El doctor Alberquilla ha recalcado que "se constata que utilizan menos los servicios sanitarios y que consumen menos medicamentos de lo esperado, una vez que se ajusta en función de su carga de enfermedad (casuística)".
El trabajo también ofrece datos de la diferencia de enfermedades entre autóctonos y población inmigrante. En esta última, "a igualdad de sexo y edad, hay una mayor demanda asistencial relacionada con el aparato reproductor femenino, embarazo, parto y también por cuestiones de anticoncepción".
"Las infecciones genitales y citologías anormales también son más frecuentes entre el colectivo de inmigrantes". Sin embargo, "en nuestro estudio, podemos constatar que, también en contra de lo esperado, los problemas psicosociales son menores entre la población que viene de fuera que en la autóctona", ha precisado Alberquilla.
"Muchas veces piensan que tienen que pagar la atención que reciben, cosa que ocurre en casi todos su países de origen", ha señalado en un comunicado el doctor José Vázquez, coordinador del Grupo de Atención al Inmigrante de semFYC, quien ha añadido que si están empadronados tienen el mismo derecho a recibir asistencia que el resto.
La mayoría de los inmigrantes atendidos en la consulta de atención sociosanitaria a inmigrantes (CASSIN) de semFYC proceden de África subsahariana, América Latina, Europa del Este, y Norte de África, según un estudio realizado por Médicos del Mundo de Aragón.
Las enfermedades por las que acuden están relacionadas en su mayoría con el sistema genitourinario, seguidas por los trastornos mentales y del comportamiento y por patologías del aparato locomotor.
La población asiática en España es la que menos utiliza la sanidad pública "por motivos culturales" ya que "primero intentan resolverlo por la medicina tradicional china, tanto en su país de origen, como en el país que les acoge".
"Parece que hay una creencia generalizada de que la población inmigrante sobreutiliza los servicios sanitarios y genera una sobrecarga asistencial, y no es así", ha asegurado el doctor Ángel Alberquilla Menéndez-Asenjo, técnico de Salud Pública de la Unidad Docente Multiprofesional de Atención Familiar y Comunitaria Centro (Madrid). EFE