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La página de Juan Julián Elola

Las empresas que dirigen los nuevos Hospitales de Esperanza Aguirre dicen que, o cobran más, o cierran

Las empresas que dirigen los nuevos Hospitales de Esperanza Aguirre dicen que, o cobran más, o cierran

Ya ha recibido Esperanza Aguirre una carta en la que las empresas adjudicatarias de los nuevos hospitales advierten al Gobierno Regional de que o reciben más dinero o es posible que tengan que cerrarlos. El problema es que los accionistas están ganando menos dinero del que preveían y lo dicen sin ningún tipo de rodeo. LA SANIDAD NO ES UN NEGOCIO ¿o sí?

Como antecedente se puede destacar el acto cuyo programa  pongo en la imagen. En 2008 la Comunidad de Madrid organizaba esta “Conferencia”, patrocinada por Ribera Salud-Atos Origin, donde se invitaba (previo pago de la inscripción de 1200 € + iva) a Constructoras-Entidades Financieras-Empresas de Project-Finance-Ingenierías-Aseguradoras Sanitarias-Empresas de Servicios de Hospitales-Empresas de Equipamientos Sanitarios-Despachos de abogados-Consultoras, con un eslogan de enganche nada confuso, que podéis leer en el programa que he puesto y que parece alucinante, pero que se puede leer en el folleto/invitación:

 Conozca las peculiaridades del nuevo pliego de condiciones administrativas particulares del nuevo Plan y aproveche las oportunidades de negocio para su empresa
 
¿Considera Espe la Sanidad madrileña un negocio, o, al menos, una "oportunidad de negocio", en sus palabras textuales?

La carta que han recibido ahora está firmada por el presidente de la Asociación de Empresas Constructoras de Ámbito Nacional (SEOPAN), David Taguas, en nombre de las concesionarias de los Hospitales Puerta de Hierro, Infanta Sofía, Hospital del Henares, Infanta Leonor, Infanta Cristina, Sureste y Hospital del Tajo. En ella ponen de manifiesto que se ha reducido la rentabilidad prevista por dichos hospitales y que, si no se sube el canon que paga la Comunidad de Madrid (una especie de "alquiler"), supondrá el "colapso" de la concesiones. La rentabilidad para los accionistas de esas empresas fue del 11,22 % el año pasado, y ha pasado ahora al 7,61% según los datos que ellos mismos aportan en dicha carta. Es decir, que o pagamos más o cierran los hospitales. Por lo pronto Esperanza Aguirre ya ha reconocido hoy que hay que "reequilibrar" los pagos a estas empresas. Está claro que los nuevos hospitales están montados con ánimo de lucro, luego lo que prima son los beneficios, por encima de la atención o de la calidad. Si los resultados hubieran sido mejores que los previstos ¿hubieran devuelto el dinero o mejorado el hospital?

En total los empresarios piden 80 millones de euros ahora y un aumento en los pagos anuales. La deuda reclamada está desglosada en la carta de la siguiente manera: a la fase de construcción corresponden 59 millones; a la fase de explotación, otros 21. Además exigen que se aumente el canon en 6,2 millones de euros anuales. Actualmente, los cánones de los siete hospitales nuevos cuestan al año 138 millones de euros.

Cuando se hicieron las concesiones ya lo advertíamos: dejar la gestión en manos privadas nos pone a merced de las ansias de beneficio de esas empresas. Yo, que conozco bien el tema, lo reflejaba en un post en este blog el 21 de octubre de 2006,  en los puntos 7 y 9 de mi decálogo crítico con los nuevos hospitales, que reproduzco a continuación. No es cierto que sea un chantaje decir que si no pagamos más puede que se tengan que cerrar 7 hospitales, pero se le parece mucho.

7. Se dice que las empresas asumen el riesgo de que el hospital no funcione o de posibles fallos en la gestión, pero en realidad, en caso de quiebra, la Comunidad de Madrid no puede permitir el cierre de un hospital, por lo que tendrá que comprar los derechos que tiene la empresa concesionaria, o ceder a sus peticiones, con la dificultad de que es muy difícil negociar a la baja cuando dependes enteramente de la voluntad de la otra parte. En Alcira pasó algo similar, porque el modelo de gestión es parecido, y la Comunidad Valenciana no tuvo más remedio que pagar por la totalidad del tiempo contratado aunque la empresa no lo cumplió. Para mayor gravedad del hecho, se volvió a sacar a concurso, volviendo a dar la concesión para la gestión del hospital a la misma empresa con unas condiciones mucho mejores.

9. El control real del edificio lo ejerce la empresa constructora, que se convierte en “dueña virtual” del mismo. Cualquier cambio que desde el punto de vista asistencial se quiera realizar tiene que contar por tanto con su supervisión y autorización (incluso cambiar la ubicación de una consulta o instalar unos enchufes complementarios en una pared) Podría suceder (y sucederá) que cualquier cambio suponer un cambio en el canon (alquiler) que la Comunidad tiene que pagar anualmente. Las decisiones sobre un conjunto de actividades “no estrictamente sanitarias”, pero importantes para el desarrollo de la vida del hospital quedan así en manos privadas. Esto podría afectar, por ejemplo, a la decisión futura de poner un aparato de escáner nuevo ya que supondría una variación de los espacios disponibles y de su uso, o a añadir un sistema distinto de hacer llegar el oxígeno a las habitaciones.


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