Gracias a unos amigos, que tenían invitaciones de Microsoft para un pase preestreno de la película, fuimos el jueves 12 a verla a Kinépolis, en la Ciudad de la Imagen. El cine era espectacular, por lo grande, emocionante eso de saber que estás viendo una peli antes que nadie y los niños se lo pasaron genial. Eso es todo lo bueno que puedo decir, porque la película en sí fue una verdadera decepción.
Esperaba mucho más, ya que sabía que tenía más acción y era menos nostálgica que su predecesora. Pero, salvo los efectos especiales, poco se salva. Especialmente el guión, que no tiene nada que sea un poquito original. Es la historia, tantas veces vista, del malvado que sigue buscando al bueno por encima de todo y caiga quien caiga, a pesar de que sabe que no tiene razón; y hay otro perseguidor que, al enterar de que es posible convertirse en algo parecido a Hulk, pues pone todo su empeño en ser igual que él, incluso mejorar el sistema, para conseguir dominar al mundo. Un argumento de lo más trillado. Vamos que se podían haber esmerado un poco más.
Además, para los que se fijen en los detalles, al principio pone que el profesor Bruce Banner ha estado 158 días sin incidentes (sin transformarse en Hulk), mientras que luego, en otro momento, el General Ross afirma que ha estado desaparecido y huyendo durante 5 años. Obviamente, es un error. Porque pensar que se ha convertido pero que no ha llamado la atención y que el ejército no le ha descubierto, con el despliegue que tienen, es imposible. Esto y el hecho de que camine, sin dinero ni ropa, desde Guatemala a la Universidad de Virginia en 17 días (la noche anterior había viajado de Rio de Janeiro a Guatemala, pero convertido en Hulk, que es capaz de eso y de más)
Este pequeño rincón, donde hace un par de años comencé a reflejar mis comentarios sobre todo aquello que me parecía oportuno, ha alcanzado la cifra nada desdeñable de 100.000 visitas. ¡Enhorabuena, fuegos artificiales y fiesta para todos! (quien quiera que se acerque a Vicálvaro que le invito a algo)
Una media de más de 4000 visitas al mes, lo que creo que no está nada mal para lo poco ambiciosa que es la página. Hay muchas páginas mucho más ambiciosas, y con intenciones económicas, pero esta humilde página, que es poco más que mi rincón de desahogo, es emocionante que alcance las 100.000 personas que la han visto. No hay más intención, ni tampoco menos, que colgar aquí algo de vez en cuando y esperar pacientemente que, muy de vez en cuando, alguien te comente sobre ese "algo" que has dicho. Pero todos los días más de 100 personas miran uno de esos "algos"
Realmente es algo más, ya que tardé unos meses en poner el contador. Lo que para mí era sólo un sitio para colgar aquello que quería guardar, ha pasado a ser, especialmente en algunos momentos de estos años, toda una ocupación seria y un espacio al que he tenido que dedicar mucha atención. Justo ahora acaba de comenzar una nueva situación en mi vida, por lo que no sé que futuro le espera a esta web. Mi deseo es seguir manteniéndola viva, pero espero que, al menos, con los comentarios vertidos hasta ahora, pueda servir para algo a alguien. Y si no, pues ahí queda eso. Pero vamos, que creo que voy a seguir dando la lata aquí durante mucho tiempo.
Lo que sí es seguro es que esto, que era poco más que un archivo para guardar enlaces a páginas que considero interesantes y documentos que he ido acumulando, se ha convertido en un aliciente más para seguir trabajando, y en un contacto directo con aquello que hago. Una especie de espacio donde he rendido cuentas y donde me he expresado con total libertad. Yo animaría a todos los que tienen alguna inquietud a que experimenten con poner un blog, aunque con cuidado, porque esto crea adicción.
En estos días he leído la Ilíada, la obra de Homero sobre la Guerra de Troya.
Es una buena forma de conocer el pensamiento de los Griegos, puesto que te situa en su mundo y su forma de vida. Aunque está basado en una situación de guerra, se pueden conocer muchos otros aspectos de su día a día, aparte de los hechos bélicos.
El recuento de naves griegas, al comienzo de la historia, supone un importante repaso geográfico de los pueblos que componían la antigua Grecia, y de la importancia relativa que cada uno tenía, reflejada en el número de naves que aporta y la trascendencia que da a su llegada el escritor. Vemos con claridad también dos sellos que definen el pensar Griego: la intervención de los dioses en los asuntos humanos, de forma directa y clara; y la sumisión del hombre a las decisiones que sobre él se han tomado y a las que tiene que someterse, simbolizadas en "el hado" y "el destino", del que no pueden escapar los mortales. Hay también ciertas referencias al interés que se tenía ya por la historia anterior, hablando de los reyes, los hechos, e incluso de tumbas de mucho tiempo antes de la Guerra de Troya. Te puedes hacer una idea de las características de las armas y del combate en la Edad de Bronce, en la que se situa la acción, aunque el relato se escribe ya a comienzos de la Edad de Hierro, por lo que este metal aparece con demasiada frecuencia para lo que sería normal. Y hay una descripción detallada de cómo eran los funerales por los personajes importantes, que incluían juegos muy similares a algunos de los que luego formarían parte de las Olimpiadas Clásicas.
Resulta chocante leerla con ojos actuales, y entiendes la inclinación que ha habido siempre por la lectura sobre esta lucha entre los "aqueos de hermosas grebas" y los "teucros de broncíneas lórigas". Bajo estos nombres clásicos se conocen los griegos antiguos y los troyanos, cuyas luchas venían de tiempos muy anteriores, como se puede ver por las referencias en el texto a enfrentamiento, conquistas y capturas anteriores de los personajes que combaten. Parece claro que los griegos (aqueos o danaos, como también se les llama) están en pleno proceso expansionista desde el punto de vista territorial, y Troya y sus aliados son un competidor a derrotar.
El realto abarca sólo unos días de esos 10 años que duró el sitio de Troya, según el propio Homero. Son los días de la Cólera de Aquiles, en que, por una mujer obtenida como botín de guerra, se enfrenta al Rey supremo griego, Agamenón y abandona la lucha. Aprovechando esa importante baja, pues se retira del combate con los mirmidones, su ejército personal, los troyanos infieren una gran derrota a los griegos hasta que, en el combate, matan a Patroclo, gran amigo de Aquiles, y este regresa a la lucha para vengarlo.
Conociendo el final, parece humano inclinarse a favor de los troyanos, dada su posterior derrota y destrucción, pero también la tremenda crueldad de Aquiles, que en su furia final, no hace caso de amigos ni de enemigos y no tiene piedad alguna, invita a alinearse. Crueldad que no es aprobada tan siquiera por la mayoría de los dioses del Olimpo, incluso algunos de los que apoyan a los aqueos en su lucha. Porque influye de forma decisiva la intervención divina en los asuntos humanos, reflejado en los sacrificios, incluso humanos, ofrendas y adoraciones que se les hacen a los dioses para lograr sus favores. Son múltiples las intervenciones que, a favor de uno y otro bando, realizan a lo largo de toda la obra, presentándose y actuando entre los mortales.
Esta presencia de los dioses también es aprovechada para justificar las dinastías gobernantes, todas ellas con relación con los inmortales y son, en mayor om enor medida, descendientes por vía directa de los dioses. El poder se mide, pues, por la cercanía de su linaje y la nobleza del Dios que le dió origen. Son dioses que matan y salvan, que proporcionan fuerzas o las restan a los combatientes, que los ocultan o los descubren y que aprueban o critican las acciones de los hombres en gran parte por la honra que les tienen o por la crueldad que demuestran.
Porque cruel es el relato entero. Cruel y violento, de matanza y muerte. Hay gran cantidad de muertes por las armas de bronce descritas a lo largo de la historia. En la descripción de estas muertes se descubre muchas veces la repetición, tan mencionada por todos los estudiosos de este libro. Repetición de textos, de situaciones, de arengas, de descripciones... Un hecho que nos pone sobre la pista de los cuentos orales, relatados por partes por aquellos que los conocían y los memorizaban. Repeticiones que, como en el combate entre Menelao y Paris, y entre Héctor y Ayax, dan lugar a duelos muy similares.
Esos duelos se convierten en otro eje del texto. Los duelos singulares, que luego se repiten a lo largo de la Historia de la humanidad antigua, son una parte importante del combate descrito en la Iliada. Los héroes se enfrentan entre sí de forma encadenada, como en una serie de combates personales que harán destacar a los principales de ambos bandos.
Termina el relato de una forma abrupta para lo que estamos acostumbrados en la literatura actual. Troya está condenada, porque los hados así lo han dispuesto, y su gran defensor ha caído a manos de los aqueos. Su cadaver, después de ultrajado, será al fin honrado por los troyanos. Y no es mejor el destino de su ejecutor, Aquiles. También sabe que, antes de que caiga Troya, yacerá en el campo de batalla, como paso previo a alcanzar la gloria de los tiempos. Terminaron los funerales de Patroclo. Terminan ya los de Héctor. Y los dos ejércitos se preparan para reaunadar el combate.
El viernes fue la boda de mi hermano, Raúl. Les casó el concejal de mi distrito, Dani Viondi. En la foto el gran grupo de paparaccis que se juntó para tan ilustre acto (no he querido poner foto de los novios hasta que no vengan de viaje y se lo consulte)
Mi hijo Guillermo quería darle una sorpresa y decir unas frases en la ceremonia, en el Ayuntamiento. Estuvimos preparándole algo durante un tiempo, con mucha ilusión. Incluso lo busqué por internet. Me dí cuenta que había mucha gente que había estado buscando lo mismo, porque la gente se ve muy perdida en estas ocasiones, especialmente si no está acostumbrada a decir discursos.
Como os digo es el pequeño homenaje que un niño de 11 años hace a su tío, al que conoce con su pareja desde que nació. Por eso no valdrá para todos, claro. Pero si a alguien le da una idea o le sirve de orientación, pues me alegraré muchísimo si me lo comenta en unas líneas. Hay cositas que se pueden adaptar para cualquier pareja, y otras que pueden servir de guía para sacar tus propios comentarios. Dos consejos: como siempre, es aconsejable comenzar por decir algo graciosillo, que rompa un poco el hielo y permita al que está hablando relajarse al ver como se ríen los oyentes. Es bueno mencionar a alguien, porque se sentirá halagado de que te hayas acordado de él, pero hay que tener cuidado para no dejarse a nadie en el tintero. Por eso es mejor nombrar a un grupo determinado y concreto, el que esté más representado por la persona que lo hace, diciendo que grupo es, y que estén todos mencionados y no se olvide nadie (un saludo de parte de tus hermanos, de tus tíos, tus primos, tus compañeros del trabajo....) Si además le puedes dedicar a cada uno unas palabras, una pequeña frase, seguro que esa persona te lo agradece de por vida (pero repito, es muy peligroso dejarte a alguien de ese grupo nombrado, porque también se acordará toda su vida)
Hola a todos
Voy a leeros este discurso improvisado que llevo sólo dos semanas preparando con mis padres.
Yo ya crecí conociendo a mis tíos, que ahora se casan. Habéis sido mis tíos guays, o los tíos divertidos de Patricia. Hemos estado siempre muy a gusto con vosotros, y es verdad que os hemos dado mucho la plasta para que os caséis. Pero creo que ha estado bien pensado que hayáis esperado a que crezca y me entere bien de las cosas. Mis padres no quisieron invitarme a su boda. A la de Loli y Jose, y a la de Gonza y Ana fui, pero claro, era muy pequeño y no me acuerdo mucho. Así que, la única boda de mis tíos a la que realmente puedo decir que he ido va a ser la vuestra (bueno, esperando a ver que pasa con mi tío Vicente)
Seguro que ahora todos os animarán a que tengáis niños. Pero en eso no sé si apuntarme, porque sospecho que es posible que alguna vez me los vayáis a encasquetar para cuidarlo, como os pasaba a vosotros conmigo.
Por último tengo algo que pediros de parte de mis primos, Patricia, Gonzalo, Alicia y Alba. Como ellos siguen siendo pequeños y seguramente no se acordarán de vuestra boda, tenéis que pasarlo muy, muy bien, y guardar muy, muy buen recuerdo de este día durante muchos, muchos años; y así poder contárselo cuando sean mayores.
Así que, os deseo, de parte de todos, que seáis muy felices, que lo paséis muy bien, y que os dure para siempre.
Como me ha parecido muy interesante, voy a dejar unos breves consejos y algunas referencias en internet para aquellos que quieran emprender un viaje parecido. Creo que está bien que los que navegamos por la red tengamos algunas pequeñas zonas en que encontrar enlaces múltiples a aquello que estamos buscando, aún sin querer que esta página sea una referencia para los viajes o "qué visitar en". Me ha costado dos días de trabajo recopilar toda la información y visitar el gran número de páginas que he incluido en esta exposición, muchas de las cuales ya las había visto antes de ir.
Es un pueblo bastante interesante para ir a verle. Tiene muchos sitios para visitar, y es mucho lo que hay que ver. Encima coincidía con la Feria del Queso de Trujillo, famosísima. Esto hizo que estuviera muy repleto de gente y que hubiera un enorme mercado de quesos en la plaza, lo que es agradable pero te crea algunas dificultades, especialmente para encontrar sitio donde comer decentemente.
Trujillo es una ciudad medieval muy bien conservada y con un gran trabajo detrás para conseguir un entorno muy creíble. Por ello la visita turísitica es muy interesante, con muchísimo que ve y que aprender. Hay muchas páginas en internet que hablan y describen Trujillo, pero entre las que he visto, creo que esta web es la mejor. Su mapa es suficientemente visual para hacer de guía fácil de la ciudad, pero no tan complejo como para no poder orientarte en todo momento. Otra página que es recomendable visitar antes de ir es la del Ayuntamiento, especialmente para estar al tanto de las actividades que pueda haber en ese momento y donde, como no, también se incluye información turística.
Nada más entrar en la ciudad, aún en el coche, se ve el rollo del siglo XV, que demuestra la importancia de la ciudad. una vez a pie, comenzando por la Plaza Mayor, aunque nosotros no pudimos contemplarla entera dada la cantidad de puestos que había, todo el ascenso hasta el castillo vale la pena. No os perdáis, por supuesto, la estatua a Francisco Pizarro, hijo de Trujillo. Se entra en la zona amurallada por la Puerta de Santiago y es aconsejable seguir el ascenso hasta el castillo, visitable. Aunque ahora mismo sólo la mitad está accesible, y parece que en la otra mitad estaba el museo de castillos de España, vale la pena entrar. El aljibe del Castillo, en muy buen estado, es enorme y se puede entrar. No es un lugar consagrado a los dioses del agua, por lo que no sé porqué la gente echa monedas al agua. Es como una manía con cierto sabor a constumbres paganas, cada vez más extendida.
Al bajar, si tenéis tiempo, la Casa de Pizarro y el palacio de Orellana, el Museo de la Coria y la alberca y el aljibe árabes.
Para comer, lo mejor es en la misma plaza mayor. Recomiendo comer en La Troya, desde cuyo bar se ve la Plaza desde arriba y ponen muy bien de comer. Todavía no me he planteado cobrar por poner mis consejos en la página, pero si alguno pasa por allí, que diga que va de mi parte, y por lo menos que visiten mi web los del bar, para agradecérmelo.
Es muy recomendable hacer una escapadita desde Madrid a ver la ciudad renacentista de Cáceres. Todo el casco histórico, amurallado, está tal cual era. Hay que observar que la ciudad antigua, la medieval, era un núcleo urbano bastante empobrecido. A raiz de la vuelta de los indianos y de la entrada del "oro de América" en Cáceres, los menos pudientes fueron expulsados de intramuros, que quedó en manos de los acaudalados, que construyeron palacetes y edificios impresionantes en su interior.
Os recomiendo visitar las dos puertas principales, la de Santa Ana y la de la Estrella, y el Arco del Cristo, aunque más pequeñito. Un paseo por los Adarves (las callejuelas que delimitan el interior de la muralla, y en las que estaba prohibido edificar) permite contemplar toda la periferia y la muralla. Luego hay que entrar al interior y visitar, al menos, las plazas de la ciudadela,. que son Santa María y San Jorge, por un lado, y la Veleta y San Mateo por el otro. Por supuesto, es obligado un paseo además por las callejuelas que son delimitadas por los palacios y las iglesias de la ciudad.
Entre los edificios, no dejéis de ver la Ermita de San Antonio, pequeña pero curiosa por estar realizada en la judería, sobre una sinagoga; el Palacio del Comendador, que hoy es el parador Nacional de Turismo; el Palacio Episcopal y la Catedral, en la Plaza de Santa María, la Iglesia de la Preciosa Sangre y la Casa de los Solís y la Torre de Sande. En el parador, entrad un momentito a ver el patio, que está por delante de la recepción. No pude visitar el Museo provincial y el aljibe árabe, el segundo mayor de Europa, según cuentan los guías, porque estaba cerrado. En realidad, con un paseo de algo más de un par de hora, se puede ver perfectamente todo el casco histórico. A esto habría que añadir el tiempo que se pueda tardar en visitar los museos o los edificios abiertos al público.
Para referencias a los edificios que he mencionado, os aconsejo esta página web.
Os enlazo con un plano de la zona antigua de Cáceres, pero en él no hay referencia a los números que identifican los edificios. Me he tomado la molestia de hacer una leyenda del mapa, sacando las de muchos de los edificios numerados:
1. Arco de la Estrella
5. Palacio Episcopal
6. Palacio de la Generala
8. palacio de Carvajal (sede del patronato de Turismo)
9. Iglesia de Santa María
12. Palacio de la Diputación.
13. Palacio de los golfines
14. Estatua de San Jorge matando al Dragón
16. Iglesia de la Preciosa Sangre
17. Palacio de los Cáceres-Ovando (Torre de las Cigüeñas)
18. Iglesia de San Mateo
23. Palacio del Comendador de Alcuéscar (hoy parador de Turismo)
25. Antiguo Hospital de los Caballeros
28. Palacio de los Golfines de Arriba.
30. Casa Mudéjar en la Cuesta de la Aldana
33. Casa del Mono, con una interesante gárgola al exterior (no sé si es eso a lo que llaman "el mono")
34. Casa de la Aldana
36. Casa Solís
37. convento de San Pablo
38. torre de Sande
40. Casa de las Veletas (Museo Provincial)
41. Casa de los Caballos
42. Ermita de San Antonio
43. Arco del Cristo.
45. Palacio de Moctezuma
46. Torre del Horno
47. Arco de la Estrella
51. Arco de Santa Ana
Aquí tenéis también un par de rutas por la zona del interior de la muralla, que sirven un poco de orientación y, especialmente, te aportan alguna nota de los edificios que vas viendo. Es interesante, aunque, como ya he dicho, el interior es tan pequeño que no hace falta mucho para guiarse.
Nosotros comimos en el Mesón de El Jamón, en la Avenida Virgen de Guadalupe nº 5. El sitio es un lugar al que han dado un aroma típico, la comida típica estaba excelente, y los precios no son nada caros. La página web, aunque la tienen, está bastante desfasada y debe ser muy antigua, porque tiene precios en pesetas. En cualquier caso, el servicio fue estupendo.
si alguien la visita sin niños y quiere salir por la noche, todos los alrededores de la puerta de la Estrella son "zona de marcha"
Desde Cáceres salimos a visitar el Puente Romano de Alcántara. Es magnífico, de veras. Hay que hacer un pequeño viaje, porque nuestra intención luego era visitar la provincia de Badajoz, pero vale la pena. En esta página además te permiten una visita virtual al puente. Es un puente de granito, con 6 arcos enormes e impactantes y un arco del triunfo en su mitad, lo que lo hace más majestuoso. En su cabecera se encuentra un templo donde está enterrado su arquitecto, que lleva, pues, 1900 años contemplando su obra. Por en camino recomiendo parar para ver (y comer) en Garrovillas
Pasando por Elvas, por eso de poder decir que he viajado al extranjero en este puente de mayo, acabamos visitando Mérida. De verdad que la ciudad responde a lo que dicen de ella. A mí me pareció extraordinaria. Si algo puedo decir es que, quien quiera ver Mérida de forma más o menos seria, que se olvide de hacer la visita en un solo día. Tiene muchísimos monumentos y muy interesantes todos, además de ser agradable dar una vuelta por la ciudad cuando anochece, pasando por la zona de tiendas de la calle Santa Eulalia.
Hay varios monumentos, desde luego, que nadie se debe perder si pasa por allí. El primero, como no, la entrada a Mérida por el puente romano de 60 ojos. Muchos de ellos no son originales, sino restauraciones, después de las múltiples guerras que han pasado por la ciudad. Pero todavía se contempla y se admira una buena parte de los ojos originales. Casi 800 metros de longitud de un puente de piedra (792 para los curiosos) suonen un espectáculo admirable. Hay otro puente, al lado contrario de la ciudad, sobre el Algarrabillas, pero, obviamente, no tiene ni punto de comparación.
Parece que se ha estropeado la fotografía y no encuentro mapas accesibles en la red. Mientras busco el mapa original y lo arreglo, pongo un enlace a una página personal de donde se puede obtener un mapa de calidad de la ciudad monumental de Mérida. Por supuesto, no hagáis caso a las indicaciones numéricas que doy debajo, que están basadas en otro plano.
Por supuesto, que no se puede perder nadie el teatro romano, que si es impresionante en la actualidad, después de su reconstrucción, no podemos imaginarnos cómo era cuando estaba funcionando en todo su esplendor. El tamaño es enorme, y sólo ver su escena es espectacular. Y eso que los mármoles que lo adornan ya no son lo que eran. A su lado, el anfiteatro donde se celebraban los espectáculos de lucha, de gladiadores, de fieras o de martirios (lo que habitualmente se conoce como circo romano) Ambos edificios, construidos a principios de nuestra era (entre el año 8 y 16), era lo primero que se veía cuando se accedía a la ciudad desde el norte, lo que imaginamos daba al visitante una imagen de ciudad poderosa e importante.
Es bueno pasar por el museo de arte romano de Mérida, uno de los mejores y bastante entretenido. Quizá algo extenso, pero desde luego, recomendable.
Al lado está la casa del anfiteatro, que es una buena forma de empezar a hacerse una idea de cómo era una casa romana, pudiendo pasar por sus pasillos y ver sus habitaciones muy de cerca.
Además está junto a los restos del final del acueducto, con lo que podemos hacernos una idea básica del principio del sistema de distribución de aguas romano. Si estás falto de tiempo, mejor acercarse al lado de la plaza de toros, donde está la casa del Mitreo, un ejemplo de una grandiosa vivienda romana.
No muy lejos de allí se levanta lo que queda del circo romano de Emérita Augusta, donde se celebraban las carreras de cuádrigas o bigas, famosas por la película Ben-Hur. Es un espectacular edificio, de 440 por 115 metros. Desgraciadamente, de su magestuosidad sólo nos queda la idea, pues apenas queda en pie un poco de la fachada principal, y del resto no más que las bases.
Hay restos de dos acueductos en el interior de la actual Mérida: El de San Lázaro y el de Los Milagros. El mejor conservado, si se quiere visitar, es el segundo.Si se tiene tiempo, es bueno visitar la presa romana de Proserpina, de donde nace el acueducto de los Milagros que además, al ser de granito y ladrillo rojo, es de un bicromatismo bastante llamativo. Llendo de un acueducto a otro por la avenida de Extremadura, pasamos por la basílica de Santa Eulalia, en cuya puerta se encuentra el Hornito de Santa Eulalia, que es en realidad un templo a Marte reconstruido para dar culto a la Santa local. Los bajos de la iglesia se pueden visitar y en ellos encontramos un pequeño muestreo de la evolución de las construcciones primero civiles y luegos mortuorias en esta zona.
En el centro de la ciudad, el Arco de Trajano nos puede dar una idea de lo impresionante que debía ser el Foro Provincial, puesto que se trata simplemente de la puerta que daba acceso a la plaza de reunión. Es difícil hacerse una idea ahora que todo está edificado de una forma tan desaforada, pero debía ser algo espectacular. Del otro foro, el Foro Colonial o de la ciudad, apenas qeuda más que una esquinita de su plaza. En este se encontraba el Templo de Diana, en cuyo interior se ha incrustado un palacio hace algunos siglos.
Junto al río, bajo un edificio de la Junta de Extremadura, se encuentran los restos de la morería. Son más ejemplos de las viviendas romanas y de su forma de vida. Es maravilloso también cómo se han esmerado los arquitectos para construir encima, dejando un vano bajo el edificio para conservar y hacer visitable esta ruina.
Por último os aconsejaría visitar la Alcazaba árabe, junto al puente romano del Guadiana. Es un ejemplo de dominación por el ejército árabe sobre la población hispana de antes de la conquista. Parte de sus torreones defensivos dan al interior de la ciudad, demostrando que no se dedicaba sólo a proteger la ciudad de ataques externos. Quizá ni siquiera era ese su cometido principal. En su interior el aljibe subterráneo es visitable, aparte de ruinas de varias casas romanas y calzadas.
Lo que a mi más me atrae siempre de este tipo de ruinas es intentar comprender cómo se produjo su abandono y llegaron a desaparecer. Es asombroso cómo pudo cambiar la vida para que el circo romano de Mérida, de 115 metros de longitud, acabara completamente bajo tierra y sólo se tuvieran de él algunas referencias. En este caso, al menos, la ciudad siempre estuvo habitada, y se conocía perfectamente todo lo que tenía que haber bajo tierra, aunque en muchos casos no se sabía su importancia o su tamaño. Mucho más asombroso me parece el caso de Segóbriga, en cuyas ruinas he estado varias veces, y que me impactan siempre por pensar qué pudo pasar para que, poco a poco, esa ciudad vaya decayendo, su población marchándose, y acabar abandonada, expoliadas sus piedras para construir cualquier cosa por los alredores, y enterrada, despacito, en su propio escombro.
También pienso mucho acerca de cómo occidente pasó de un sistema político en que los gobernantes se dedicaban a hacer la vida más fácil a los romanos (a los ciudadanos libres, obviamente, que aún había esclavos), a la Ley del Más Fuerte, que imperó en toda la edad media. Durante este tiempo, lo poco que hubo para provecho general fue aquello que sobrevivió de los romanos, mientras que los "gobernantes" medievales, hacían poco más que intentar acumular el mayor poder y riqueza posible, sin plantearse, tan siquiera, que una mejora de las condiciones de vida y de producción conduce a una mejora en sus ingresos. Durante siglos, las vías de comunicación europeas fueron lo que iba quedando de las calzadas romanas, cada vez en peor estado porque nadie las conservaba. Ni se hacían puentes con intención de perdurar, ni se buscaban fuentes de agua, ni nada similar. Un romano libre vivía mejor que muchos nobles medievales, con mejor calidad de vida y en mejores circunstancias.
Plano Ideal de la Colonia Romana de Mérida - Videos Orange Plano ideal de la Colonia Romana Augusta Emerita, según Olivas. Se pueden observar la zona de espectáculos públicos (Teatro, Anfiteatro e Hipódromo), el puente, los Foros y los Acueductos. Más sobre la Colonia Augusta Emerita en:http://colonia-augusta-emerita.blogspot.com
La verdad es que el yacimiento arqueológico está muy bien. Se conserva todo en bastante buen estado, por lo que se puede hacer fácilmente una reconstrucción del edificio. Lo malo es que está muy mal indicado, y los accesos son muy malos. Por la carretera de Zalamea a Quintana, a la derecha si viajas en ese sentido, sale un camino previo al cual hay una indiciación de la Junta de Extremadura, y poca más señalización hay, ni en los pueblos de alrededor ni en la carretera que conduce a él. Los carteles explicativos de la ruina, situados al aire libre, también son ilegibles en gran parte. Afortunadamente el centro de interpretación es bastante majo y muy informativo.
Se trata de una construcción de la época tartésica, unos siglos antes de la llegada de los romanos a España. Tras varias reconstrucciones sobre edificios anteriores (parece que haya cuatro edificaciones superpuestas), se levantó una especie de palacio, probablemente con funciones de santuario. Los tartesos fueron una cultura, con base en Cádiz, que se encargó de controlar el acceso de los comerciantes venidos del otro lado del Mediterráneo a la riqueza metalúrgica de la zona de Extremadura.
La estructura del templo es completamente original, con un núcleo de culto y unas salas alrededor donde se depositaban lo que supuestamente son ofrendas a la deidad o a los sacerdotes del templo. Estuvo habitado, seguramente por algún jefe local, con dominio sobre las cosechas y que realizaba tareas sacerdotales o similares. El "lujo", o el rasgo distintivo que demuestra su nivel superior viene dado por el enlosado en pizarra de la habitación principal del complejo, la única que tiene un hueco que hacía funciones de ventana y donde es posible que habitara el "principal" del lugar.
Completado con sucesivas reconstrucciones, bien por el aumento del poder del dueño o del grupo, bien por una mayor necesidad de espacio, la construcción última es impresionante. Un núcleo central constituido por habitaciones y almacenes, con la sal de culto, donde se encuentra el altar, como centro. En este edificio central se encuentran además varias salas, posiblemente almacenes y lugares de residencia, aparte de la entrada y el acceso al piso superior y la mencionada habitación principal. Alrededor hay una serie de salas de ofrendas, por los objetos encontrados en ellas, y por fuera un foso que rodea el edificio. Existen dos torres en el punto en el que el foso deja entrar en el edificio, dando acceso a un patio y un pozo y varias terrazas en ese patio de entrada.
Es destacable que se han ido superponiendo los altares en las distintias edificaciones, respetando el lugar que ocupaban. Esto da idea de que el punto exacto donde se localizaba, por alguna razón, era verdaderamente considerado como sagrado. En la última de las construcciones se realizaron dos plantas, siendo la superior una especie de terraza. Pero el altar siguió en el mismo sitio, incluso "conectado" con los anteriores y con la tierra por un pilar que se alza entre los sitios de culto anteriores y el más moderno.
Finalmente, tras tres siglos de uso, se cegó la planta de abajo para, un tiempo después, incendiar el edificio y taparlo con arena. Los objetos de culto se los llevaron, seguramente porque se desplazó el culto de sitio, bien por guerras o por cambios en la religión dominante.
Es interesante ver cómo han ido evolucionando las exacavaciones y todo lo que han dejado al descubierto, que ha dado mucha información sobre la forma de vida de estos primitivos habitantes de la península, echando por tierra el mito de su falta de civilización.Está claro, por lo encontrado, que se trataba de sociedades organizadas, aunque con la agricultura como forma de producción principal, con comercio con otras zonas del Mediterráneo, y con edificios de culto complejos y cargados de significados y rituales.
Creo que todos los madrileños hemos oído hablar del Templo de Debod, traído del mismo Egipto y puesto en el Parque del Oeste, al lado de la Plaza de España, justo donde se ubicaba el Cuartel de la Montaña. Sin embargo, me temo que pocos lo han visitado, como tantos otros lugares de interés en nuestra ciudad. El acceso es muy sencillo, y es una de las pocas zonas de Madrid donde se aparca sin demasiada dificultad. Pasada por agua, por lo mucho que llovió el sábado, pero fue una mañana entretenida.
El Templo de Debod es un antiguo templo egipcio, comenzado a construir hace 2.200 años, y que fue uno de los edificios rescatados de la inundación producida tras la construcción en el Nilo de la Presa de Asuán. Su historia tiene bastante interés. Se trata de un templo del sur de Egipto, en el poblado de Debod, en Nubia, cerca de la primera catarata. Fue comenzado a construir por el monarca Adjalamani (de los meroes, no egipcio), y continuado por varios faraones e incluso emperadores romanos. Abandonado durante siglos, estaba en bastante mal estado cuando fue rescatado de su destino bajo el agua y donado por Egipto a nuestro país en reconocimiento por su ayuda.
Es uno de los pocos edificios egipcios que existen fuera de la región. Su aspecto exterior, con una sóla edificación pequeña, engaña sobre el contenido que existe en su interior, bastante complejo y rico en historias. Casi todas las paredes están adornadas con relieves de los que, desafortunadamente, los años han borrado la pintura, pero que se adivinan impresionantes en la época en que estaban decoradas. Además el recorrido es breve y muy bien informado por los guías que acompañan al visitante. En teoría hay actividades programadas, pero eso, como tantas cosas, no parece ocupar mucho tiempo a nuestros responsables municipales, cuya página está vacía de contenido.
Yo he puesto algunas fotos, incluyendo las que tienen como fondo el skyline de la Plaza de España, pero si alguien quiere ver más, en cualquiera de los enlaces hay galerías completas del interior y el exterior. Y si no, lo mejor es acercarse, que es una visita cortita y muy amena.
Casualmente, el mismo día que Zapatero lograba la investidura como Presidente del Gobierno, en esta ocasión sin mi presencia, recibí la documentación de la Asociación de antiguos parlamentarios, a la que me he apuntado. Ya soy antiguo, aunque sólo tengo 40. Creo que puede ser un buen foro de debate y de aportaciones por parte de aquellos que ocupamos las instituciones pero que ya no estamos y nos consideramos aún capaces de poder decir algo.
Por mi parte, supone el fin de una época. Estos días, cuando poco a poco me voy convirtiendo en un "ex" de verdad, es cuando voy tomando consciencia de mi nueva situación. Se ve un poco borrosa la vida cuando estás tan pendiente de cambios y tienes el futuro inmediato incierto, pero la verdad es que también estoy disfrutando en estas semanas de lo que no he podido hacer durante los últimos años, especialmente del relax y de estar con la familia. Esperemos a ver cuánto me dura, porque reconozco que soy demasiado inquieto para estar tranquilo.
Voy a poner aquí un pequeño comentario sobre un libro que me dejó mi amigo Fernando Montañés, recomendado especialmente por él, y que leí con gran interés. Es cierto que me gusta normalmente leer cosas raras, lejos de los best-sellers, pero me parece que éste camina en una zona que puede resultar atractiva para muchos lectores.
Un libro francamente recomendable para todos aquellos que buscan lectura más allá de la novela y de el relato. Es difícilmente clasificable pero que, con el trasfondo de la Historia, de Heródoto, nos introduce en la multiculturalidad y en la diversidad que existe tras las fronteras de cualquier país. De forma muy apropiada a los días actuales, se trata de una glorificación de las culturas más ajenas al ciudadano occidental, de su variedad y sus diferencias, que enriquecen al viajero con su conocimiento y estudio. En momentos en que el choque de culturas representa un reto, una obra como esta se convierte en un verdadero soplo de aire fresco, aunque se refiera a hechos tan lejanos en el tiempo.Es, por tanto, un libro de viajes internacionales y, como tal, un canto a la “otredad”, de la que tan claramente se siente prisionero Kapuscinski, atrapado por una curiosidad que le empuja a intentar conocerla: “Heródoto jamás rechaza ni condena la otredad, todo lo contrario: intenta conocerla, comprenderla y describirla. ¿El hecho diferencial? Sólo está ahí para subrayar la unidad, en toda su plenitud y riqueza.” El autor advierte la variedad cultural del mundo y pone todo su empeño en tratar de conocerla, averiguar sus orígenes y sus particularidades, y, así, comprenderla.Es, por otra parte, un elogio a Heródoto, a su figura, a su labor y a su visión del mundo. “Esta inclinación a darse aires de importancia, inoculada luego por los griegos a otros europeos, la combate Heródoto a cada momento, sin cuartel.” Es Heródoto el hilo conductor del libro, el cemento que cohesiona todo y que, a la vez, le da forma. En cierto modo, se puede observar una identificación de Kapuscinski con el autor de la Historia.Pero la Historia, de Heródoto, es relato y análisis de la situación política de su época. Por tanto, no puede Kapucinski evitar hablar de “su” política. Así se convierte su libro, en paralelo, en una feroz crítica a las dictaduras comunistas, a sus límites y a sus “fronteras”, tan vivamente reflejadas en ese ansia de traspasarlas: “sólo anhelaba una cosa: cruzar la frontera, no importaba cuál ni dónde, porque no me importaba el fin, la meta, el destino, sino el mero acto, casi místico y trascendental, de cruzar la frontera.”.La narración abarca varios años, por lo que asistimos a la evolución, el viaje iniciático del protagonista, que cambia desde ese joven corresponsal vestido a la moda “Pacto de Varsovia, 1956”, que alcanza La India sin tener un gran conocimiento del inglés, al maduro y experimentado periodista que presencia en directo la caída del Sha de Irán y el establecimiento de la dictadura de Jomeini. Vamos de ese joven sorprendido y asustado por la variedad cultural de un país como la India, a ese otro escritor que se dedica, de forma casi obsesiva, a la persecución de esa variedad, a su colección y a su intento de comprensión del extraño.
Es un servicio único en el mundo. Por primera vez en ningún país, los ciudadanos tienen derecho a acudir a un registro donde se les informa de si existe algún seguro de vida contratado por un familiar fallecido. El precio de la puesta en servicio de este registro ha sido de un millón de euros, pero será muy eficaz para que se pueda no dejar sin cobrar los seguros contratados por desconocimiento, como ha pasado hasta ahora hasta en un 10% de las cantidades aseguradas, según algunos cálculos, porque hasta ahora no había forma de conocer los seguros de vida que podía tener contratado un fallecido. De hecho son ya varios los países que han solicitado a España su experiencia para implantar algo similar. Para que se vea que no siempre copiamos, y a veces creamos escuela.
Lo escribo hoy porque he ido a probarlo y la verdad es que ha sido una maravilla. No hay que esperar cola, se hacen todos los trámites en un momento y te atienden bien. Felicidades a los funcionarios que, al menos conmigo, no se han portado en absoluto como se prevé por los tópicos. Y eso que yo no llevaba los papeles desde casa, pero lo he resuelto todo y tenía el documento en poco más de media hora. La oficina está en la Plaza de Jacinto Benavente nº 3, en el bajo, y el trámite, como digo, es sumamente rápido. Pero se puede solicitar por correo para los que no sean de aquí. La verdad es que es muy útil para la gente en general, práctico y cómodo y sencillo de usar.
Lo primero que hace falta es un certificado de defunción, original, aunque te lo devuelven después del trámite. Los pasos son muy sencillos:
Obtener y rellenar el formulario 790. Se puede rellenar y bajar de internet con sus instrucciones, se imprime y es válido. Es muy sencillito y sólo hay que tener los datos de la persona que lo solicita (el que lo vaya a entregar), y los del fallecido por el que se requiere el certificado de seguros de vida. Yo, como no lo llevaba, lo he pedido en la ventanilla del propio registro, y lo he tenido que rellenar allí.
Pagar una tasa con ese formulario en cualquier banco, que para 2008 es de 3,40 €. Se paga en cualquier banco, y, en mi caso, he tenido que volver a salir del edificio y ir a pagarlo a uno de al lado de la misma Plaza Jacinto Benavente.
Con este papel, abonada la tasa, y con el certificado literal de defunción, que se obtiene en el Registro Civil de la localidad donde vivía, se puede ir al Registro de Actos de Última Voluntad, en la dirección que he dicho antes, o a cualquiera de las Gerencias Territoriales del Ministerio de Justicia. Si se hace así y se lleva en mano, recibes el certificado en el instante y de una forma muy rápida.
Si no se puede acudir en persona se puede enviar la documentación por correo y, por lo que aseguran, en unos 15 días se recibe la respuesta.
