ENTRE 2003 Y 2008 LA CIFRA DE FALLECIDOS POR ACCIDENTES DE TRÁFICO SE HA REDUCIDO PRÁCTICAMENTE A LA MITAD.
Ya he hablado en muchas ocasiones en esta página de los logros obtenidos durante la legislatura pasada en materia de siniestralidad vial. He estado especialmente ligado al tema por mi cargo de vocal en la Comisión de Seguridad Vial de Congreso de los Diputados, primera vez que se constituía y en la que creo que hemos trabajado en conciencia (y con conciencia), especialmente para poder demostrar que no existe ningún motivo por el que los muertos en carretera tengan que aumentar año tras año, que es un problema que se puede afrontar y al que nos podemos enfrentar con ciertas posibilidades de éxito, no hay que ser conformistas, y mucho menos victimistas al respecto. Intentaré no repetirlo en próximas ocasiones pero esta vez, dados los resultados, creo que vale la pena. Nos movemos actualmente en unas cifras que, solo 4 años atrás, eran totalmente impensables.
Comencé con los datos de 2006, en el primer post que he puesto sobre tráfico en mi blog, destacando el gran esfuerzo de concienciación y de puesta sobre la mesa del problema que había realizado el Gobierno de Zapatero, pese a ser un tema que "no da votos". También lo hice sobre las víctimas de la carretera para destacar el enorme descenso que hubo en Semana Santa de 2007, y que se repitió, de manera más espectacular, en 2007. Comenté el balance del primer año del carnét por puntos, en el Congreso de los Diputados. La última vez fue con motivo del balance de la DGT de esos cuatro años, que realizó el Director General de Tráfico, Pere Navarro, también en el Congreso de los Diputados. En alguna ocasión me he referido a algún punto que quedaba pendiente, como han sido los accidentes de moto, que afortunadamente, este año han descendido incluso en mayor medida que los de automóvil.
Ahora creo que está bien volver a hablar de tráfico y de triunfos contra la mortandad en carretera, que Aznar había olvidado completamente, aunque no es de extrañar, dada su opinión al respecto. El balance global es muy positivo: entre 2003 y 2008 la cifra ha descendido un 46%. Entre 1996 y 2003 la cifra se mantuvo casi exactamente igual. y que nadie apele a trucos contables o historias similares puesto que lo que reflejan las cifras de todos los años es lo mismo, incluso con mejores sistemas de recogida de datos ahora que hace 12 años, y si lo que se hubiera hecho es un cambio en el sistema de contabilidad sólo habría un momento en que hubiera bajado la accidentabilidad, pero esta se ha mantenido todos los años y, es más, prácticamente todos los meses.
Y se ha hecho de la forma en la que hay que hacerlo. Primero creando conciencia de que es un problema y que, como tal, se tienen que adoptar medidas al respecto. No vale pensar que no se puede hacer nada, que era un tributo que había que pagar a la sociedad moderna y a las prisas. Se puede hacer y hay que hacerlo. Haciendo que la gente se conciencie de que tienen que poner su granito de arena, porque el problema es de todos, pero la solución también está en todos y cada uno de los conductores (aquí no vale el "nunca me va a pasar a mí"). En este sentido de concienciación y puesta en escena creo que tuvo mucha importancia la creación de la Comisión de Seguridad Vial en el Congreso. Finalmente penalizando a aquellos que no respetan las normas y que, por tanto, ponen en peligro la vida de los demás, aparte de la suya propia. Y continuando con la exposición del problema para que el castigado no se haga la víctima, sino que sepa que tiene que corregir su actitud puesto que hay vidas en peligro. Los datos de fallecidos demuestran que, conduciendo todos con más responsabilidad, hay muchos menos muertos en la carretera (1.848 fallecidos menos en 2008 que en 2003, casi 2000 personas que, de haber seguido la tendencia a estabilizarse, ahora estarían muertas)
¿Qué queda? Pues seguir mejorando las carreteras, eliminando puntos negros, aunque, estadísticamente, tienen menos importancia de la que se les da en los medios, sustituyendo las barreras con mayor peligro para los motoristas y continuando con educación vial (la Educación para la Ciudadanía la incluye, ya que no estaba en el temario de primaria ni de secundaria hasta ahora), la renovación del parque de vehículos pero siempre primando la seguridad (no la cilindrada), el reciclaje de los conductores y mejorar la asistencia urgente a los accidentados. De momento los efectos del carnet por puntos seguirán notándose, con la retirada del permiso de conducir a los que lo van perdiendo y la moderación en su forma de conducir de los que lo tienen tiritando (unos 30.000 conductores lo han perdido o están a punto).
Para concluir, con más uso del casco y del cinturón, menos excesos en la velocidad y en el alcohol, y evitando otros factores que también producen riesgo de accidente (falta de descanso, prisas,...) se ha demostrado que se pueden evitar muchas muertes en carretera. No creo que hayamos tocado fondo, pero sí es cierto que avanzar en los resultados va a ser muy complicado. Es cuestión de todos y también un beneficio para todos. Porque cualquiera de nosotros puede ser una víctima o un verdugo.
1 comentario
Alfonso (Socuéllamos) -
Tanto los poderes públicos como los ciudadanos han tomado verdadera conciencia y caminamos hacia lo que denominan los expertos VISIÓN CERO utilizada en los países nórdicos como objetivo razonablemente alcanzable y después de haber conseguido en estos últimos años cumplir antes de tiempo (2010) con el objetivo de la Unión Europea de reducir los accidentes en un 50% los accidentes con respecto a 2003.
El Ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, al presentar las estadísticas de 2008 indicó que tras los últimos años de descensos significativos, normalmente se suele producir efecto rebote y aumentar ligeramente en los años posteriores. Afortunadamente la tendencia en este mes de enero de 2009 sigue a la baja con un porcentaje de reducción respecto de enero de 2008 de un 11.72%.
Creo que entre todos estamos cumpliendo con la tarea que nos corresponde y hemos de trabajar en este sentido.