BERNAT SORIA, MINISTRO DE SANIDAD, CONTRA EL COPAGO DE LOS SERVICIOS SANITARIOS
En su intervención en el "Foro de la Nueva Economía", el Ministro de Sanidad, Bernat Soria, se mostró tajante al referirse a la recurrente insistencia de algunas Comunidades de implantar algún sistema de copago sanitario. Para quien quiera conocer la intervención con más detalle, hay un amplio comentario sobre el tema en Acta Sanitaria.
El rechazo frontal a esa medida lo basa el Ministro en la experiencia vivida por otros países de nuestro entorno, además de calificarla como insolidaria y poco efectiva desde el punto de vista económico.
Yo ya había hablado sobre el tema en otro post en este blog, me parece que bastante completo y donde hay, no solo razonamientos y argumentaciones (verdades como puños), sino que también aporto el apoyo de varios artículos y ensayos científicos internacionales que apoyan la postura del Ministerio. Creo que vale la pena leerlo. Resumo lo aportado en varios puntos, todos avalados por publicaciones científicas que se encuentran enlazadas en el post que he referido:
- Desde el punto de vista económico para el sistema, para que no sea verdaderamente limitante de la entrada de determinadas personas a los servicios, tiene que ser muy barato, casi simbólico. De ese precio simbólico habría que descontar los gastos que supondría la implantación y funcionamiento del servicio de cobro y recaudación. Pero tampoco puede ser muy simbólico si lo que queremos es que haya una disminución de la presión asistencial.
- Disminuir la demanda de atención por parte de los pacientes por medio de un sistema de copago actúa tanto sobre la demanda supérflua como sobre la necesaria. Se suprimirían muchas de las citas innecesarias que ven los médicos, pero también mucha gente no iría a hacerse sus revisiones de la tensión o los análisis de control del colesterol, o análisis rutinarios bianuales, que son aconsejables... Pero además es bastante posible que en muchos casos la asistencia médica llegue más tarde, porque el paciente retrase su cita si la cantidad a pagar es disuasoria para él. No todas las personas tenemos los mismos ingresos, y por tanto, no a todos nos parece igual de importante pagar una cantidad, sea la que sea. Este retraso en el diagnóstico y tratamiento es sumamente caro, pues suele exigir medidas más agresivas y más costosas.
- Eso sí, la disminución de la demanda no se produce igual sobre todas las clases sociales. Los de bajos ingresos son más sensibles a este aumento del coste y dejan de ir a consulta. Por muy pequeño que sea el precio, siempre habrá gente a la que le pueda suponer un esfuerzo, y prefiera suprimir el gasto (y si es muy pequeño a la mayoría le va a dar absolutamente igual, con lo que no se va a notar de manera efectiva) En definitiva, una medida insolidaria donde las haya.
- Las medidas preventivas, base de la medicina actual, se hacen sobre personas sanas. Es mucho más difícil justificar a alguien a quien le está costando trabajo llegar a fin de mes, que realice un desembolso para hacerse unas pruebas de alguna enfermedad que de momento no tiene y que seguramente no tenga nunca.
- Si la Atención Primaria es la base del sistema y actúa como puerta de entrada, lo lógico es que sólo se cobre por la asistencia a Atención Primaria. Si el médico me manda a un especialista o me pide muchas pruebas, "yo no tengo la culpa, será que estoy enfermo de verdad" La existencia de copagos en algunos servicios y otros no desviaría las vías de acceso a la atención sanitaria, creando un uso indebido de otros servicios como urgencias, urgencias hospitalarias o formas de "colarse" en las consultas de especialistas o en las externas hospitalarias.
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