PELIGROSA TENDENCIA A USAR LA INMIGRACIÓN EN EL CAMPO DE BATALLA POLÍTICO
Durante esta campaña ha sucedido un hecho que no es nada inocente. El uso de la inmigración, o lo que es más, el achaque a los inmigrantes de la falta de recursos públicos que existe en España puede contribuir a aumentar la brecha que existe entre los nativos y los venidos de fuera. Por un lado, en Madrid, se está gastando cada vez menos en servicios tan fundamentales como la sanidad y la educación (la comunidad que menos gasta por alumno, y la segunda que menos gasta por paciente), y luego, cuando la situación es de escasez, se culpa a los inmigrantes de su falta.
Es cierto que en muchos puntos de nuestro país no hay servicios suficientes para todos los habitantes. Pero ese hecho no se debe a la inmigración, que generalmente lo sufre en la misma medida que los nacionales, sino a la falta de recursos. Si seguimos con el discurso de echar la culpa a los que vienen de la falta de servicios sanitarios o de cualquier otro tipo, podemos llegar a la peligrosa situación de que los españoles se enfrenten a los extranjeros al considerar que es una competición la que se tiene que librar para recibir un derecho.
Es vergonzosa la actitud de Telemadrid, que "faltó reiteradamente a la verdad", según la Comisión Deontológica de la Federación de Asociaciones de Prensa de España en su reportaje sobre el supuesto coladero e inmigrantes de Barajas, que resultó ser totalmente falso, y sobre el cual la Comisión Deontológica ha emitido un comunicado sumamente duro respecto a los "profesionales" que lo hicieron.
Hay varias medidas políticas que se tienen que hacer para que la inmigración no se convierta en un problema:
- Controlar la entrada de trabajadores regulares, potenciando aquellos cuyas especialidades laborales son las demandadas por el mercado español. Como se ve en la gráfica, fue entre los años 99 y 2003 cuando se produjo la mayor entrada de inmigrantes, pasando de 600.000 a más de 3.000.000, con unos crecimientos anuales superiores al 40%. En la actualidad la tendencia se ha estabilizado, y la mayor entrada de extranjeros se produce en los procedentes de Europa, que tienen libertad de circulación. Ya no entran casi inmigrantes africanos, y los pocos que lo hacen son repatriados.
- Luchar contra las mafias organizadas de tráfico de personas. Sólo en el día de hoy, 14 de marzo, se han detenido dos grupos, uno en Las Palmas, que trabajaba con subsaharianos, y otro en Madrid, que traían ciudadanos chinos.
- Expulsar con la mayor rapidez posible a los inmigrantes que entran en nuestro país de forma ilegal. Eso se está haciendo ahora de una forma que no se había hecho nunca, y el 92% de los que entran son repatriados. Esto sólo se puede hacer con algunas garantías si se llega a acuerdos de repatriación con los países de origen, como se está haciendo. Y para eso hay que llevarse bien con los países centroafricanos y del magreb, moleste a quien moleste. Difícilmente se puede llegar a estas políticas con Marruecos, por ejemplo, si le tenemos como "enemigo". Y mucho menos con los países subsaharianos.
- Perseguir la contratación ilegal de inmigrantes, que abusa de la situación de estas personas y las explotan; crea efecto llamada porque "aquí hay trabajo, aunque sea malo"; echa para abajo las condiciones laborales y de salario de los trabajadores legales, nacionales o no; comite de forma desleal con los empresarios del sector que actúan de forma legal y perjudica la economía española al no pagar impuestos ni seguridad social, y fomentar el dinero negro. Eso sí que es un verdadero problema económico y social.
Esta situación ha sido agitada de forma preocupante por Rajoy durante la campaña, especialmente en los dos debates. No niego la mayor, que es que hay una necesidad de recursos públicos en muchos lugares, lo que niego es que se deba a la presencia de inmigrantes. El Ayuntamiento de Madrid, por ejemplo, debe atender con Escuelas Infantiles (de 0 a 3 años) a los niños que nacen en nuestra ciudad y lo necesitan. Ahora mismo hay una plaza escolar por cada 100 nacidos en cada año. Así no se puede funcionar correctamente, ni con los nacionales ni con los extranjeros. Hay necesidad de plazas nuevas, y lo que se ha de hacer es cubrirlas. En la Sanidad Pública, Madrid es la Comunidad que menos médicos tiene, con 2000 pacientes por médico de cabecera. Eso lo sufrimos todos, nacionales o no, y lo que debería hacerse es invertir en más y mejores Centros de Salud, adecuados a su población.
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