72 HORAS EN SOCUÉLLAMOS (segundo día)

Si el primer día fue agitadito, la actividad del segundo casi la puedo describir como frenética. De hecho, está página puede convertirse en una especie de "qué visitar desde Socuéllamos".

Por la mañana, después de haber descansado bien, afortunadamente, desayuno en el Cuatro Estaciones. Comprar el periódico y visita a la familia de Alfonso (tienes un madre encantadora, por cierto) A partir de ahí, la visita a la Agrupación Socialista de Socuéllamos, nuestra Casa del Pueblo en la localidad, donde tuvimos un encuentro interesante con Luis Miguel Miñarro, su Secretario General y Portavoz Municipal. Perdimos la posibilidad de gobernar este pueblo por sólo 300 votos. Una pena, la verdad, pero más cuando se conoce a Luis Miguel, nuestro candidato, y las ganas que siente de hacer cosas por la gente y trabajar por su pueblo. Espero que nuestra presencia al menos sirviera para darle ánimo para seguir peleando.

De allí, a las Lagunas de Ruidera. No están mal a pesar de que este verano ha sido seco y que lleva un tiempo sin llover. Yo hacía unos 15 años que nos las visitaba y la última vez las recuerdo bastante más secas.  La comida la hicimos en el Mesón Juan, dentro del m ismo pueblo de Ruidera, atendidos por Poli, el encargado. Primero pasamos por la Cueva de Montesinos, y bajamos hasta el fondo. Una aventura porque no nos habíamos llevado linterna y allí abajo no se ve nada. Nos apañamos con la luz que emitía el foco de la cámara incorporada al móvil, o sea, casi nada. Por suerte nos encontramos en el final con un grupo de visitantes, que iban muy bien equipados, y su luz nos sirvió para poder ver algo. La Cueva es famosa por el episodio que Don Quijote vivió en su interior, y las cosas que posteriormente contó. Como ya dije, estamos en La Mancha más Cervantina, la verdadera tierra de El Quijote.

Pasamos por el Castillo de Peñarrolla, una pequeña fortaleza que protegía en sus tiempos un desfiladero por el que el río Guadiana entra en la llanura manchega y cuyo estado de conservación es bastante bueno.

Antes de anochecer visitamos Argamasilla de Alba, donde se supone que estuvo preso Cervantes, involuntaria estancia que aprovechó para perfilar su personaje de El Quijote y estuvimos en la prisión de Cervantes, donde la guía, Pilar, nos dio una estupenda explicación. De hecho, las armas de Don Quijote figuran en el escudo del pueblo, y Argamasilla se autodenomina "El lugar de La Mancha", reclamando para sí el protagonismo de la histórica frase "En un lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme..."

Como nos debía de parecer poco, nos acercamos al Museo del Carro, de Tomelloso. Olegario, el guía, estuvo muy atento con nosotros, intercambiando comentarios sobre la exposición y sobre la vida en años pasados. Ahí ya se nos hizo de noche (pero que muy de noche), aunque como habréis podido comprobar, nos cundió bastante el día.

Ya de vuelta a Socuéllamos, pasamos un ratito por la feria para que Guillermo pudiera disfrutar al menos un poco de las atracciones, y a de nuevo al teatro. La obra, "Pareja Abierta", de Dario Fo, fue representada por la compañía de Blanca Marsillach, y supuso todo un excelente colofón para un día completo. Es una espléndida obra, con una representación muy buena y con un montaje fantástico. Todos salimos también muy contentos y el hecho de que incluso Guille se divirtiera dice mucho de la calidad del conjunto.

Volvimos a cenar en el Cuatro Estaciones, pero esta vez había algo menos de gente y pudimos comer sentados, lo que es de agradecer siempre, pero ese día más.