Y todavía quieren los empresarios que los Sindicatos no se manifiesten contra ellos, sino contra el Gobierno.
Es increíble la propuesta que ha presentado la CEOE de un contrato para jóvenes, hasta 30 años, sin ningún tipo de derecho laboral ni social. Poco menos que esclavitud contratada. Bueno, sería increíble si no conociéramos las tendencias de esta asociación, y las actitudes y costumbres de su jefe. Y se hace justo como preludio de la negociación de una posible concertación de medidas en la mesa del diálogo social para intentar mejorar la situación de cara a la crisis. Ya han dejado claro que la idea de la CEOE es que todo lo que se haga sea en contra de la situación de los trabajadores, sin ningún esfuerzo por parte de los que están implicados en el nacimiento de la situación. Ahí es donde creo que está timorato el Gobierno, no poniendo de antemano condiciones que hagan recaer al menos parte del peso del reajuste en las grandes empresas y en sus directivos.
Durante muchos años los beneficios empresariales han crecido de forma desmesurada, no aceptandose en ninguna empresa que un año no hubiera beneficios superiores al anterior. Al igual que ha sucedido con las primas, los bonos o las indemnizaciones por despido de los directivos de las grandes compañías, que en ocasiones han resultado escandalosas. Sin embargo, los sueldos han crecido únicamente en función del IPC, es decir, únicamente han subido lo justo para no perder valor. ¿Es justo que ahora, cuando llegan los reajustes, se haga sobre la parte que no ha experimentado crecimiento y que, además, es la más débil?
(Vicen, si has entendido esta propuesta de la CEOE, espero que quede contestada la pregunta que hiciste en la tele. Es que a los sindicatos les da pánico pensar lo que habrían hecho los sectores duros, que son los que mandan en el PP, con la excusa de esta crisis) Si los salarios fueran tan bajos como el salario mínimo o incluso por debajo, si no hubiera cotizaciones (y por tanto no hubiera pensiones), si no hubiera derecho a paro ni indemnización por despido, a lo mejor habría más trabajo (digo a lo mejor porque ni siquiera en esas condiciones son capaces de asegurar que se acabaría con el paro).
Los culpables de la crisis no son los sueldos, que no son en nuestro país precísamente elevados, ni los impuestos, muy por debajo de niveles europeos, ni las indemnizaciones por despido, a las que siguen echando la culpa del paro, ni los Gobiernos, que todos, en el mundo han tomado medidas que deberíamos considerar de izquierdas, y mucho menos los sindicatos. Si hay algún culpable está precisamente en el otro lado: en el de los directivos de las grandes compañías; en las indemnizaciones, o los bonos, o los suplementos que se dan los propios directivos de las empresas, incluso en quiebra, a sí mismos; en el de los brokers y los especuladores de la bolsa; en el de los directivos bancarios y los gestores de las grandes cuentas, en el de los que jugaron a ganar dinero con el suelo y la construcción de viviendas (y lo ganaron), en quienes lo promovieron, e incluso lo vieron como una forma de hacer España,...
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