A mí también me pareció percibir cierto aire de demencia en la intervención de Camps para anunciar su dimisión
Esas risas, esa sonrisa fuera de lugar durante un acto de tal cariz, la entonación y gesticulación exagerada del orador... parecía que estaba ante una persona que se hallaba en otra dimensión diferente a la mía. ¿Loco o poseído? No sé si fui yo el único que percibió ese desacuerdo entre la grave situación y la actitud del afectado.
Por eso me he sentido muy identificado con la lectura que ha hecho en su artículo Irene Lozano, que recomiendo leer de principio a fin por su profundidad y su sentido del humor (y por su cordura)
Dejar bien claro además que no son dos o tres trajes. Son 29 trajes de varios miles de euros cada uno (trajes carísimos, que los hay), 44.000 euros en regalos y casi 8 millones en contratos a empresas de la trama. No es ninguna tontería ni ninguna anécdota, sino todo un entramado de corruptelas.
Desgraciadamente, acciones y situaciones como ésta lo único que consiguen es afear la actividad política y a los políticos, aunque la inmensa mayoría seamos simplemente personas completamente normales y honradas con una motivación para dedicarnos a esto.
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BRIGADA92 -