DEFINICIÓN DE SOCIALDEMOCRACIA, por Alberto Ginel
Como es lógico, cualquier definición política tiene múltiples aristas, y es muy difícil compartir completamente una visión punto por punto sobre una idea con alguien. Hace tiempo encontré en un blog esta definición de la Socialdemocracia, por Alberto Ginel Saúl, compañero de Alcorcón, que creo que va bastante en la línea con lo que yo pienso. Llevo mucho con ganas de publicarlo aquí, pero por unas cosas o por otras lo he ido retrasando. Por supuesto que hay algunos temas en los que podríamos tener algún punto de vista diferente, pero prefiero, en lugar de entrar en debates con él, muy activo por cierto en su página, enlazarla y que, aquellos que no la conocéis, la visitéis y que luego cada uno opine. Lo normal es que todos tengamos matices sobre cualquier definición, pero como base de la que partir, no está nada mal.
Por cierto, comparto completamente mi admiración profunda y radical por Olof Palme, cuyo asesinato lamenté y lloré cuando tenía 19 añitos. Entonces, en la Agrupación Socialista de Vicálvaro teníamos una emisora de radio, por la que las Juventudes Socialistas de Vicálvaro emitimos un comunicado de condena de ese acto terrorista, que aún hoy recuerdo como mi primer comunicado oficial.
3 comentarios
kiosk -
1. Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.
2. La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.
3. La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.
4. La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.
5. Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.
6. Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.
7. Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.
8. Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.
9. Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.
10. En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.
Juan Julián -
Pero no es cuestión de economía, como pareces plantear en tu pregunta, sino de justicia. España tendrá un Jefe de Estado sea una Monarquía (el Rey) o una República (el Presidente de la República) Posiblemente el coste real de mantener un Presidente de la República sea mayor, porque habría que añadir el coste de los procesos para elegirlo y el de las campañas electorales, y el de los ex-Presidentes, que pueden tener honorarios, gastos de representación y, sobre todo, gastos de seguridad. Y la disposición de los gastos de la Casa de la Presidencia será tan discrecional como la de la Casa Real.
Pero si nos basamos en eso, a lo mejor hay modelos de dictadura que salen más baratos (al menos en los gastos que no son oscuros)
No, la diferencia básica está en la palabra "elegir", y en su obligación de rendir cuentas y su sometimiento a las leyes estatales. En la actualidad nuestra Constitución dice que todos los españoles son iguales, pero eso no es así ni para el Rey ni para el Príncipe, que tienen privilegios especiales reconocidas por esa misma Constitución (entre otros el propio cargo, hereditario).
Otra cosa es pensar si el camino a la República tiene que ser más rápido o si la sociedad española puede "tomárselo con calma". Lo que sí es cuestión, desde luego, es de ir abriendo el debate.
Respecto al tema de las listas abiertas, al igual que el de las circuscripciones (que periódicamente se pide que sean más pequeñas o más grandes, según el momento) mi opinión es que no es tan simple. Surgen multitud de inconvenientes y tiene una gran cantidad de efectos negativos. Estoy preparando un artículo sobre el tema, pero es tan complejo que me cuesta redondearlo. Cuando esté, espero que pronto, lo colgaré en la página.
metrono -
En primer lugar darte las gracias por la decisión de enlazar la página referida en esta entrada, muy aleccionadora para un inculto como yo en terminologías políticas ...
Me surge una pregunta ...¿Que opina un socialdemócrata acerca de monarquías? Al menos a mi me parece muy raro que en la época en la que estamos no se oigan a penas voces opinar acerca de como distribuye la Casa Real el dinero ( pueden ser 8.9 millones?) que se le asigna en los presupuestos del Estado.
No sé si es el sitio adecuado ... pido disculpas si no es así. Pero prometo que he buscado y no encuentro donde plantear esta y otros temas que o bien parecen tabús o bien se pasan por encima ( listas abiertas en los partidos, permisividad de gestos fascistas...)
Un saludo y gracias por compartir tus opiniones en foros abiertos.