Blogia
La página de Juan Julián Elola

ÚLTIMOS MOMENTOS EN NAMIBIA

ÚLTIMOS MOMENTOS EN NAMIBIA

El lunes era la partida de Namibia hacia Madrid, pero, pese a ello, teníamos también la agenda muy cargada. Pase una noche muy mala, porque debí dar algún mal paso en el día anterior, en el desierto o en el safari, y el dolor del tobillo casi no me dejó dormir.  El viaje de vuelta, por esta y otras cuestiones personales, me dejó un recuerdo bastante negativo.

A las 9 teníamos que salir a una reunión de trabajo con los parlamentarios y el Speaker de la Asamblea Nacional de Namibia. Como aquí todo el mundo se acuesta muy pronto, y luego madruga mucho, las tiendas abren a las 8 de la mañana (cierran a las 5). Como no habíamos tenido tiempo real de dar una vuelta por las tiendas, todos nosotros estábamos a las 8 desayunados, con la maleta echa y en los alrededores del hotel, buscando qué comprar para llevar algún recuerdo a la familia.

Desde entonces, y durante toda la mañana, un largo y productivo encuentro. Hice una intervención, por la que he sido felicitado por varios compañeros, explicando los sistemas de funcionamiento y acuerdo en nuestro parlamento, con sus dificultades a la vez que la solidez de los acuerdos que se alcanzaron y resaltando la intensa relación que han tenido nuestros países, especialmente la labor de Felipe González en el reconocimiento internacional de la lucha del pueblo namibio y la aceptación de su independencia.

De ahí a un almuerzo, rápido y tarde, como siempre en este viaje, con los grupos parlamentarios de Namibia. A las tres salimos para el aeropuerto, cogimos el avión a las cuatro, tránsito en Johannesburgo y llegada a Madrid a las 8 de la mañana. La noche en el avión, con mi dolor de tobillo, fue insoportable. Apenás dormí y llegué con el tobillo muy hinchado. Para colmo, según me bajé del avión recibí la noticia del fallecimiento de mi abuela, lo que me limitaba cualquier posibilidad de descansar un poco por la mañana, aunque fuera en el despacho. La incineración fue a las 5 de la tarde, pero lo ajustado de algunas votaciones hizo que no pudiera abandonar el Congreso más que el tiempo justo para acudir al cementerio ese ratito, teniendo que volver después de la ceremonia, aunque estaba hecho polvo en muchos sentidos. Hasta las 11 que llegué a casa no pude relajar un poco el pie, y de todas formas el miércoles y el jueves también han sido días muy intensos en el Congreso. Afortunadamente un esguince de tobillo no es algo que te incapacite de por vida, aunque duele mucho si no lo cuidas.

 

0 comentarios