VISITA A LA FAUNA NAMIBIA
El domingo 14 es un día en el que, en principio, hay unas horas libres para visitar algún sitio con animales, que se supone que es una de las cosas más interesantes de este país. De todas formas es tan poco tiempo y las distancias son tan largas y tantas las cosas que hacer que ya podíamos suponer desde el principio que no iba a dar tiempo a mucho.
Por lo pronto toca salir a las 7:30 del hotel, después de desayunar y hacer la maleta, es decir, que a las 6 y media, diana y arriba. Tenemos que ir a conocer uno de los proyectos de cooperación española con una minoría étnica a punto de desaparecer en la zona desértica de Namibia, que son los Topnaar. Este proyecto, ECOTopnaar, consiste en la gestión de un campamento-centro de formación, con 15 empleados de la comunidad topnaar, que sirve como alojamiento, centro de interpretación de la zona, y organiza excursiones por el desierto y las dunas de Namibia, a unos cuantos kilómetros de Walvis Bay, tierra adentro. Nos explicaron la situación de esta tribu, su distribución territorial y, sobre todo, las ventajas y los beneficios que les ha supuesto el funcionamiento de este centro. Una de las fuentes de financiación es la Fundación Bastos, organización que fundó José Luis Bastos, un residente en Namibia desde 1962 y que tiene una peculiar historia, que ya habíamos conocido en la cena de la Fiesta Nacional en la Embajada. Os pongo aquí un enlace a un artículo sobre varios empresarios españoles en el extranjero, entre los que se encuentra él.
Tras la presentación de las actividades, nos invitan a dar una vuelta por las dunas, y incluso podemos disfrutar de un aperitivo en medio del desierto, bajo unos toldos instalados entre los coches que nos desplazan. La actividad es muy breve y tenemos que salir muy deprisa, porque estaba la agenda fijada y tenemos que hacer un viaje muy largo en coche (más de 500 kilómetros), pero por fin hacemos algo que nos da un poco la categoría de turistas.
El retraso hace que la comida se anule, aunque afortunadamente el hambre se había pasado, y salimos disparados rumbo a Oropoko Lodge, donde vamos a visitar una especie de criadero de fauna local, con animales en régimen de semilibertad. Organizan tanto safaris fotográficos como de caza, con grupos y con personas individuales. En nuestro caso dimos una vuelta por la finca, de 12.000 hectáreas, nos comentaron, y vimos varios grupos de animales andando por el paisaje de savana que, al tener bastante arbolado, permitía ver y hacer fotos con cierta dificultad.
Se nos había hecho tarde, luego tuvimos que cenar ahí, y luego volver a la carretera (estábamos a unos 150 kilómetros de Windhoek, donde teníamos que dormir). Estaba previsto cenar en el Joe´s Beer House, uno de los restaurantes más populares de la capital, y que es como el Ribs de Madrid, o una especie de Hollywood pero al aire libre. Aunque ya habíamos cenado y además era bastante de noche, aprovechamos para pasar por allí, tomar una copa y ver algo del partido de semifinales de la copa del mundo de rugby, que enfrentaba a Suráfrica y a Argentina y que en Namibia era todo un acontecimiento. Ganó finalmente Suráfrica, pero nosotros solo vimos unos 20 minutos, porque nos fuimos en seguida, y en esos momentos iba perdiendo. Tenían todos unas caras muy largas, menos mal que no nos escucharon hablar castellano para confundirnos con argentinos.
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anonimo -
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