MAÑANA PUEDE SER UN DÍA INTENSO. SEGUNDO PUNTO: LEGANÉS
Tenemos dos actos importantes mañana por la tarde. Por un lado hay que estar en la mani de apoyo a los trabajadores del Hospital Severo Ochoa, de Leganés. No creo que sea necesario que desde aquí cuente lo que pasó y que cada vez parece más cerca de demostrarse que era mentira. Pero sí me parece importante recordar que el Consejero de Sanidad, Manuel Lamela, ante una denuncia anónima y demencial, en lugar de investigar quién había tenido acceso a los datos supuestamente confidenciales de las historias clínicas y cómo era posible que estuvieran en manos de Asociaciones, lo que hizo fue actuar contra los acusados sin ninguna carga de prueba ni nada que pudiera hacer pensar la denuncia era cierta. Quien la haya leído puede juzgar que es para mirar al que la escribió desde el punto de vista psiquiátrico, porque las teorías conspirativas, de mafias asesinas pululando por los pasillos de urgencias, de implicación de todo el personal sanitario y no sanitario en un complot anticristiano y sin más fin en sí mismo que el de terminar con la vida de todo aquel que se dejara, sin más ni más, no tienen ninguna base lógica. Lo que venía a decir que en el Hospital se estaba conspirando para matar a todo aquel enfermo crónico que llegase con el fin de ahorrar dinero a la Sanidad Pública, instigados por el Doctor Montes (que no veía enfermos, pues era el director de urgencias), todos los médicos, enfermeras, personal administrativo, celadores,... se dedicaban a intentar falsear todos los documentos posibles, engañar a todos los familiares, aislar e incomunicar a los enfermos y finalmente matarlos, simplemente por el placer de acabar con ellos. Y según ese papel nadie se había enterado, ni nadie había rechazado las propuestas o los planes y todos aquellos que estudiaron para salvar vidas se entregaban buenamente a la tarea de acabar con ellas. Y sin conocimiento además de ningún responsable externo al servicio, pues está claro que eso hubiera supuesto una acción judicial inmediata. Ahora se ve que es mentira y los casos se van demostrando uno tras otro, pero no pasa nada. En el último el juez incluso ha alabado el trabajo del médico que cuido a un moribundo y le permitió morir en paz y sin sufrir la que fue una larga agonía, que al menos no fue dolorosa. Si algún día me pasa algo así, desde luego que me gustaría estar en manos del Doctor Montes o su equipo.
0 comentarios