INFORME SOBRE VIOLENCIA ESCOLAR DEL DEFENSOR DEL PUEBLO
Como continuación del informe monográfico que realizó en 1999 la oficina del Defensor del Pueblo, se ha publicado un nuevo estudio, similar al anterior, y que recoge la situación actual en cuanto a convivencia escolar. Al haber sido este el segundo, y realizado en similares condiciones que el primero, se puede comprobar ya, no sólo la situación, sino también en cierta medida la evolución sobre el tema y los efectos que han podido tener las diferentes actuaciones y campañas.
El título completo es: Violencia escolar: el maltrato entre iguales en la Educación Secundaria Obligatoria 1999-2006, publicado en 2007, y se puede descargar en la página de informes monográficos dentro de la web del Defensor del Pueblo.A pesar de que al salir el primer informe, en 1999, no tuvo ninguna repercusión, o casi fue nula, en los medios de comunicación, los datos que aportaba eran más que malos. Se apuntaba una situación en que los insultos afectaban al 39% de los alumnos, y que aquellos que tenían motes ofensivos eran más del 37%. Sin embargo, fue a mediados de esta década cuando se difundió una especie de "campaña", a raiz de graves casos de acoso sobre algún niño, especialmente tras el suicidio de Jokin en Hondarribia a finales de 2004.
Afortunadamente la situación es incluso mejor que la de 1999, y ha bajado al 27% el número de estudiantes de secundaria que son insultados de forma regular por sus compañeros, y están en el 26,6% los que tienen un mote que se puede considerar despectivo (un descenso superior al 30% en cada uno de los conceptos) Lo que más se produce ahora, ante el descenso de estos dos tipos de maltrato, es la exclusión del alumno de la vida social del resto de la clase, siendo el tipo de rechazo más sufrido por inmigrantes.
Se producen por igual en todos los tipos de colegio y afecta a todas la clases sociales. Los casos de chantajes, amenazas con arma o acoso sexual son algo completamente anecdótico, se trata de casos aislados, y nos tienen que preocupar porque son, sin duda, jóvenes o adolescentes que están sufriendo, pero no por al envergadura del problema en cuanto a cifras absolutas.
Otro dato a tener muy en cuenta es que actualmente son más los alumnos que consideran que pueden haber ofendido a algún compañero que los que se han considerado ofendidos por algún compañero. Es decir, también los alumnos son sensibles al tema y expresan su preocupación por poder haberle faltado el respeto a algún compañero.
Además, destaca de forma importante el crecimiento que se ha observado en la sensibilización social con el asunto, y la mayor preocupación, y por tanto atención, de padres y profesores al respecto. El resultado es que el "abuso de poder" que realizan unos estudiantes sobre otros, basado principalmente en la popularidad o en la fuerza, ha disminuido de manera importante, está más presente entre las preocupaciones de la comunidad escolar y tiene ahora unas repuestas más rápidas y seguras que en el año 1999. Es decir, que vamos por un buen camino en la vía de solucionar o al menos aminorar el problema. Surgen, sin embargo, otras formas de maltrato nuevas, especialmente las grabaciones en teléfonos móviles, que todavía son incipientes pero que deben empezar a ocupar a autoridades y padres.
Obviamente, al ser dos informes consecutivos realizados por la misma institución y con los mismos métodos, y además, se trata de una entidad de tanto prestigio como el Defensor del Pueblo, es de suponer que es cierto que la situación ha mejorado y que estamos bastante mejor. El dato se debe notar sin duda en las aulas, aunque, obviamente, la situación en cada colegio e incluso de cada alumno, es muy individual y puede ser muy diferente.
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