LUIS ÁNGEL HIERRO, DIPUTADO POR SEVILLA, ABANDONA SU ESCAÑO PARA VOLVER A LA UNIVERSIDAD
Mi amigo y compañero, Luis Ángel, ha dejado su escaño en el Congreso para poder dedicarse a las tareas que ocupaba en la Universidad. En la foto está firmando su renuncia. Creo que es un hecho que dice mucho a su favor, por la honradez y coherencia que demuestra. Es un lujo contar con amigos así en la lista, tan reducida, que cada uno tiene.
Los motivos los conocemos todos desde hace mucho tiempo. Añora su trabajo, porque le gustaba, y se considera muy útil en la Universidad, y le suponía un problema enorme el hecho de tener que estar viajando contínuamente a Madrid, abandonando a su familia en Sevilla. Tiene un hijo de 4 años y siente que se ha perdido gran parte de esos primeros años tan importantes. La verdad es que los diputados de provincias tienen un gran mérito, porque es un trastorno importante tener que estar pendiente de venir aquí y vivir en Madrid tres días en semana. Al menos yo, por muy tarde que terminemos luego me voy a dormir a casa, lo cual es de agradecer (muchas veces terminamos más tarde de las 12 de la noche) y cuando me levanto me despierto con mi familia, e incluso puedo llevar a mi hijo al colegio muchos días.
En su favor, decir que le honra el hecho de haber renunciado en esta época, a pesar de haber podido aguantar sin problemas hasta el final de la legislatura, pensando principalmente en la repercusión que pudiera tener sobre sus alumnos el que un profesor comience a dar las clases en febrero. Me gusta tener amigos con principios tan rotundos como estos, que le hacen poner el interés de sus posibles alumnos, renunciando para poder dar el curso desde el principio y que no haya cambios de profesor y, por tanto, cambios en la forma de dar la asignatura.
2 comentarios
Franesco -
Saludos, compañeros.
LUIS ANGEL HIERRO -
Juan Julián sabe que me gusta reflexionar sobre el comportamiento político. En el Congreso, como ocurre en cualquier centro de trabajo, en la empresa, en la universidad, en la Administración, etc. la fauna humana es extensa y podemos ver casi de todo: el(la) liderzucho(a) que mira a todos por encima del hombro y los trata como si fueran números; el(la) trepa que se dedica a esparcir por doquier halagos al liderzucho de turno buscando el dedazo que lo ascienda; el(la) acaparador(a) de trabajo que pretende hacerse visible él y hacer invisibles a los demás acumulando todo el trabajo posible; el(la) flotador(a) que se dedica a sumarse siempre a los ganadores para no perder nunca el estatus; el(la) sobrado(a) que sabe que va ha seguir estando haga lo que haga porque tiene apoyos; el(la) codazos que se dedica a poner zancadillas por doquier para conseguir ser el único que quede en pie; etc.
Junto a esta fauna hay una inmensa mayoría de personas trabajadoras, que consideran un privilegio ser representantes del pueblo español, que contribuyen con su trabajo de forma honesta en el puesto que les toca y que soportan estoicamente a esa fauna humana.
Pues bien Juan Julián es de estos últimos, trabajador en lo que le encomiendan, preocupado por su partido y por los ciudadanos a los que representa, que ha renunciado a una posición laboral y económica sensiblemente mejor a la que ahora tiene como Diputado, con una mente abierta al cambio progresista (lo que Luis Fernández, también compañero y amigo, llamaría cariñosamente otro liberal) y que me ha demostrado ser amigo de sus amigos.
Siempre he dicho que me gusta hacer política con los amigos, tal vez por eso no han sido muchas mis aspiraciones ya que en la política, igual que en el trabajo, tener muchos amigos es difícil. Os aseguro que con Juan Julián sí la haría.
Los madrileños sois afortunados de contar con un político como Juan Julián.