HONRUBIA-CUENCA: TOMANDO UNAS COPAS EN EL MARINO
Hoy nos hemos estado acordando de algunos sitios por lo que salíamos en Honrubia cuando éramos jóvenes. Ya no queda casi ninguno, salvo el Buendía y el Marino. Desapareció el Astersol, la discoteca Hexágonos, el Fabiola... y algunos que quedan, como lo que hoy es el Avenida, el Onaya o el Paraíso, no son los mismos que eran cuando nosotros los visitabamos de solteros. Hasta ha cambiado el nombre de las cosas. Antes, cuando querías pedir un tercio de cerveza decías: "una gorda" Ahora ya no, ahora es un tercio.
La verdad es que en Honrubia han ido desapareciendo varios bares y similares. Casi sin pensarlo mucho recuerdo el de Ifrain, los Toneles, Asterio, Tomillo, la Casa de la Abuela.... Han aparecido otros nuevos pero, será por la edad, lo cierto es que echo de menos los antiguos. Voy a ir poniendo unas referencia a los bares que frecuento, para que al menos, tengan una pequeña referencia en internet. Puesto que lo mejor que hago cuando estoy aquí, y lo que me hace venir a Honrubia, es salir por ahí con mis amigos, pues he pensado que lo mejor que puedo hacer es esas salidas que hacemos "a tomar algo" y trataré de acompañarlas con fotos. Va por los amiguetes y los buenos ratos que pasamos juntos.
Como siempre que vengo a Honrubia, salgo con mis amigos a tomar algo por la tarde. Esta vez nos ha tocado ir al Marino, al que vamos muchas veces. La verdad es que, pensándolo, "El Marino" es uno de los sitios que más gente conoce de los que en Madrid menciono que soy de Honrubia. Tengo trato, lógicamente, con diputados de Albacete, de Murcia, de Valencia, de Alicante. Pues bien, si hay algo de Honrubia, aparte de los atascos, que en seguida te reconocen, es el restaurante Marino. Recuerdo que esto sucede desde siempre. El Marino, que antes era uno de los bares de la carretera, era la referencia que todo el mundo te decía cuando mencionabas Honrubia (y los atascos, que están aquí también desde siempre) La verdad es que en el antiguo Marino, el bar de la carretera de toda la vida, hemos terminado muchas veces las noches de fiesta o las salidas. Ahora queda apartado del pueblo, al otro lado de la autopista.
Por cierto, quiero también mencionar a mis amigo Vicen y Luisja. Yo soy de los que creen que conocidos se tienen muchos, pero amigos, lo que se dice amigos, unos pocos. Normalmente menos que los dedos de una mano. Yo tengo suerte de contar con ellos, porque, a pesar de los dolores de cabeza que les estoy danto, sobre todo con esta página, siguen estando ahí. No creo que se merecieran nada, porque la página no es para tanto, pero de todas formas lo sufren, y seguramente más que yo, que al fin y al cabo no estoy en Honrubia de diario. Gracias y ójala todo el mundo tuviera esa suerte.
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