NOS HAN TOMADO EL PELO.
Cuando la Comisión para el Estudio de Situación de la Sanidad Madrileña se encontraba a mitad de sus entrevistas a los comparecientes, la Presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, se ha descolgado con un nuevo proyecto de área sanitaria única, que supone una completa puesta patas arriba de la organización de la sanidad madrileña. Ha dejado así clara cuál era la importancia que le daba a los resultados y conclusiones de esa comisión. Y además la intención es que el nuevo sistema comience a funcionar en los próximos meses, lo que quiere decir que los trabajos previos estaban preparados incluso cuando se "permitía" la puesta en marcha de la comisión.
Dada la situación actual de la Sanidad en la Comunidad de Madrid, el Partido Socialista Madrileño ha solicitado en varias ocasiones la creación de una Comisión en la Asamblea de Madrid para poder llegar a un análisis profundo de la situación y, sobre todo, alcanzar unos mínimos de funcionamiento al respecto, que eviten la posibilidad de cambios bruscos de orientación de la organización sanitaria según cambie el partido en el gobierno de la Comunidad.
Durante meses, Esperanza Aguirre se negó rotundamente a intentar llegar a acuerdos con el principal partido de la oposición en Madrid, un partido con posibilidades reales de gobernar en cualquier proceso electoral. Sin embargo, en el pasado mes de noviembre, aceptó crear esa comisión. En principio todo olía a que era una “comisión-trampa”: sólo un mes de duración, participación de una enorme cantidad de expertos que pronosticaban sesiones imposibles, abordaje de gran número de temas “colaterales” y, especialmente, posiciones enfrentadas y consolidadas desde antes de iniciarse la propia comisión.
Si a esto unimos la coincidencia con el tema de los espías de la Comunidad de Madrid (previsible otra “comisión-trampa), el resultado ha sido el que todos podíamos anticipar, una casi total indiferencia por parte de los periodistas, a la vez que una sucesión casi interminable de expertos de diversa consideración, radicalmente favorables a la postura de uno o del otro grupo político y que acaban sirviendo para que, en ese turno, uno de los partido se autoproclame poseedor de la razón.
No pensaba yo que la comisión iba a dar más de sí que servir a Esperanza Aguirre, que juega con el favor claro de algunos medios de comunicación, para justificar su “creciente” preocupación por la sanidad madrileña. Creo que nadie, salvo alguno de los promotores podía esperar otra cosa. Y si alguien esperaba que fuese un bombazo mediático, ha trabajado poco para lograrlo.
Sin embargo, esta tomadura de pelo, por previsible, no la considero grave. Mucho más importante ha sido la demostración de que no se tenía ninguna intención de esperar a la conclusión de los trabajos y la presentación de los resultados para tomar decisiones sobre la organización de nuestro sistema sanitario.Completando los pensamientos del consejero Güemes, que califica la planificación como algo estalinista, se procede a una total desorganización de la asistencia sanitaria. La afirmación es absurda en sí. no hay más que buscar en google "estrategia coca-cola" para comprobar lo obvio, que cualquier empresa que quiera tener una mínima opción de éxito tiene que contar con una rigurosa planificación y una estrategia muy definida. Con la alegación que lo ideal es que "el dinero siga al paciente", se oculta que en realidad lo que se va a perder es la posibilidad de organizar el sistema de forma coherente, perdiendo toda capacidad de previsión o de actuación planificada.
La prueba evidente de que también la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid cree que lo más oportuno es la planificación y la zonificación, es que no hace tanto tiempo, a finales de 2006, sacó un nuevo modelo de zonificación sanitaria. Ya comenté en su día los aspectos negativos de esa ordenación, planteando algunas mejoras que se debían, a mi juicio, incorporar a ese proyecto. Especialmente la intervención de los Ayuntamientos por el conocimiento que tienen de las comunicaciones de todo tipo que sus pueblos tienen con los centros de referencia para su población. Me parecía una reforma necesaria, como insistía en el artículo, que quizá se había hecho de forma demasiado precipitada y que necesitaba algunas correciones y concretar algunos vacíos. Pero, indudablemente, mejor que lo que se está planteando ahora.
El gobierno regional debería proveer los servicios sanitarios, en condiciones de equidad, en todas las zonas de Madrid.Con el sistema que quieren imponer no va a haber forma de conocer a priori las necesidades concretas en cada lugar, puesto que la movilidad de los pacientes puede ser caótica. Simplificando, lo lógico es que se dote la sanidad en función de los pacientes previstos, con un margen de error en estas previsiones escaso. Sin embargo, ahora parece que vamos a esperar a ver que hacen los pacientes para, una vez planteada la demanda, intentar dotar de medios. Ese es el concepto real de lo que expresan como que "el dinero siga al paciente". Primero que se cree la demanda, y luego ya se proveerá. Pero cuando dotemos esos medios puede que la demanda haya cambiado, por esa movilidad que se le confiere. La imagen que me viene a la cabeza es la del capitán del barco que, en lugar de comprobar todo el casco para ver dónde puede aparecer un problema, espera pacientemente a que vaya habiendo vías de agua para luego ir taponándolas. Es una opción, pero mucho más ineficaz, desde luego.
Por no extenderme, no entro a comentar el alejamiento que se produce entre los centros de toma de decisión y el receptor de esas decisiones (el consultorio o el centro de salud local), y lo peligroso que puede resultar plantear incentivos sobre gasto o sobre atracción de pacientes a los médicos, como se está dejando entrever ¿Se premiará a quien tenga más pacientes, sea como sea? ¿a quien dé menos bajas? ¿a quien haga menos recetas? No soy demagogo, es que me temo lo peor.
2 comentarios
Juan Julián -
Emilio Jorrín -
Cada vez que leo tus crónicas relacionadas con la sanidad en Madrid, concretas y certeras, me hago la siguiente pregunta:
¿Como es posible que la cúpula del PSM haya prescindido de un médico y político como tú para llevar estos asuntos con la solvencia que este tema tan importante requiere?.
...Y
al mismo tiempo yo me contesto a mí mismo con otra pregunta: ¿Es ceguera política la que tienen nuestros dirigentes del PSM?.
Un cordial saludo. Emilio.